Verdad a medias
En relación con la carta titulada «Médicos o funcionarios», del doctor Muñoz Villa (véase EL PAIS 8 de junio de 1981), motivada por la propuesta presentada por el Grupo Parlamentario Socialista, de «establecer el derecho de traslado de médicos en los hospitales del Insalud para las plazas de igual categoría ... », entiendo una «verdad a medias».Naturalmente (entresaco párrafos): «que en los hospitales del mundo civilizado, socializados o privados, se escoge el personal mejor cualificado y más apropiado para sus necesidades específicas ... », pero no nos querrá convencer el doctor Muñoz Villa de que el Concurso Libre de Méritos es la vía de cubrir plazas del modo «más justo y racional» (cito). Si ello no fuera otra verdad a medias, difícilmente podría escribirse que nuestro sistema sanitario es uno de los más costosos de Europa y de los de más bajo rendimiento (siento no tener la fuente de esta citación a mano). La sobrecarga económica no debe, por otra parte, caer exclusivamente bajo la responsabilidad de los médicos).
El sistema de selección del personal médico del Insalud atiende a más consideraciones que las estrictamente formativas o profesionales. El cómputo del baremo que actualmente se usa puede dejar afuera al mejor diagnosticador, o al mejor investigador, o al hombre o mujer con más tesón o voluntad y/o mayor sentido del deber, etcétera.
Es decir, los criterios que se siguen para la selección de su personal (cito): «Los hospitales del mundo civilizado», son, ante todo, de funcionalidad e, incluso, pragmáticos. Para ello, generalmente, no se examina al candidato de algo que sería condición sine qua non que ya dominara, porque ya trae bajo el brazo el título ad hoc metódica y rigurosamente obtenido previamente. Sino que, por el contrario, un comité, o un director de hospital, o de departamento, que son efectivamente representativos de sus intereses institucionales, saben entresacar mediante entrevista -que puede durar más de un día- que aquel candidato o candidata es la persona idónea para el puesto ofertado. Pero, si aun así, se equivocaran, ello no constituirá mayor catástrofe -lo que en nuestro país sí puede serlo-, ya que, en principio, no se da ningún puesto de trabajo con alta responsabilidad social, como es el del, médico, vitaliciamente. /
Médico.
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