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Los "duros" han fortalecido su posición dentro del partido comunista polaco

El 12º pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP), comunista, inició ayer sus trabajos en Varsovia, teniendo como fondo el deterioro del clima social y el reforzamiento de la línea dura, favorecido por esta situación y la presión de Moscú a través de la carta enviada el 5 de junio pasado por los dirigentes soviéticos a sus colegas polacos. Tanto el secretario general del POUP, Stanislaw Kania, como el presidente del sindicato autónomo Solidaridad hicieron ayer sendos llamamientos a la moderación.

Prevista, en principio, como una reunión de rutina para preparar el congreso extraordinario del martes, corre el riesgo ahora de verse afectada por el aumento de la tensión suscitado por la apertura de nuevos frentes de huelgas en los tres últimos días. Esta situación se agravó ayer con la decisión del ministro de Transportes de nombrar al general Jozek Kowalski como director de las líneas aéreas polacas LOT, cuyos empleados realizaron el viernes una huelga de cuatro horas para exigir la ratificación del director que ellos habían elegido en asamblea. Los trabajadores de la compañía han rechazado esa decisión oficial y han confirmado su llamamiento a un paro general indefinido a partir del 24 de julio.Casi todos los líderes de la llamada línea dura han sido elegidos para los puestos de delegados del congreso extraordinario del POUP. En algunas de las conferencias preparatorias del mismo, el propio secretario general del partido, Kania, se pronunció a favor de los candidatos de esa tendencia, porque dejarles fuera en estos momentos equivaldría casi a la formación de una especie de "fracción moscovita" al margen de las estructuras del partido.

El hombre de Moscú

El líder más destacado de los duros es Stefan Olzowski, al que algunos llaman el "Kadar polaco". Es el hombre capaz de asumir la dirección del POUP en el caso de una eventual intervención de la URSS.Los últimos acontecimientos del país, la aparición de nuevos foros políticos que defienden posiciones opuestas a la odnowa (renovación) y las recientes huelgas favorecen la posición de Olzowski.

Olzowski es un hombre con leyenda; hasta sus enemigos políticos en Polonia reconocen su talento, su inteligencia y su fuerza política. En el octavo congreso del partido, en febrero de 1980, Olzowski fue alejado del Buró Político por sus críticas al programa económico del entonces primer secretario, Edvard Gierek, El destierro para Olzowski fue la Embajada de Polonia en Berlín Este.

Sus amigos cuentan que le dieron a escoger un destino en el extranjero y Olzowski quiso la embajada en Moscú, pero esto le pareció demasiado peligroso al equipo de Gierek, que no quería a su contrincante en estrecho contacto con los soviéticos.

En plena crisis de las huelgas de agosto, Olzowski regresó al Buró Político y ya no volvió a su Embajada en Berlín Oriental. Esto fue para sus amigos un error. "Stefan, tenías que haber venido al pleno del Comité Central, haber hecho un discurso tremendo contra Gierek y haber regresado a Berlín Este. Te habrían ido a buscar con una carroza", le dijo uno de sus asesores. En vez de regresar a Berlín Este, Olzowski se quedó en Varsovia y, cuando todos esperaban que sería el sucesor de Gierek, surgió la figura casi desconocida del actual primer secretario, Stanislaw Kania. Desde entonces, Olzowski se esfuerza por ganar el terreno perdido.

Olzowski ha recorrido últimamente las fábricas y organizaciones de base del partido, sin huir de la discusión y del enfrentamiento, defendiendo con inteligencia y habilidad esas posiciones, que le han convertido con frecuencia en blanco de las iras de las bases del partido.

Olzowski argumenta que "si alguien tiene una opinión, tiene que defenderla consecuentemente". "Si alguien me convence de lo contrario, yo cambio de opinión".

Al frente del aparato de propaganda del Buró Político, Olzowski ha perdido una parte importante del control de los periódicos del partido que apoyan la línea de la odnowa (renovación), representada por Kania y el primer ministro, general Wojclech JaruzeIski.

El feudo de Olzowski es la televisión, más concretamente los telediarios, donde se denuncia con frecuencia el clima de inseguridad que reina en el país, el caos económico y social. Muchos adivinan detrás de estas informaciones la intención de crear un ambiente favorable para la llegada de un hombre fuerte que pueda poner Fin a esta situación, y esta persona no puede ser otra que Stefan Olzowski.

La carrera de Olzowski en el partido es casi modélica hasta, llegar a los más altos escalones. En los años cincuenta fue dirigente de la organización estudiantil, y por aquellas fechas se recuerda en Polonia que llegó a, pronunciar un discurso en perfecto latín. Un compañero de estudios asegura que entonces decía: "Yo llegaré al primer puesto", cosa que a sus camaradas dejaba intrigados.

Visión catastrofista

En su diagnóstico sobre la situación de Polonia, Olzowski habla de la discrepancia entre el "proceso democrático y el de fortalecimiento de la economía". Olzowski considera catastrófica la situación económica, y señala las causas en la política de endeudamiento seguida por Gierek, denunciado por él en su día.Olzowski habla de las fuerzas antisocialistas interesadas en buscar el enfrentamiento con el partido. "Son tendencias muy peligrosas encaminadas a crear una histeria política contra el socialismo y nuestro partido". El político menciona al Comité de Autodefensa Social (KOR) y la Confederación de Polonia Independiente (KPN), que quieren cambiar el sistema político y económico en Polonia.

Sobre el movimiento de las estructuras horizontales, que agrupan los intentos democratizadores de las bases, Olzowski dice que está en contra, porque pueden llevar a la formación de fracciones en el partido.

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