Jóvenes blancos provocaron nuevos disturbios la noche del lunes en Liverpool

La violencia volvió a desatarse en la noche del lunes en Liverpool, protagonizada esta vez, esencialmente, por jóvenes blancos. Los acontecimientos de estos días han provocado un debate nacional sobre el papel de la policía británica y sus métodos antidisturbios.Grupos de jóvenes blancos en Liverpool volvieron anteanoche a las calles de su ciudad, destruyeron escaparates y atacaron a la policía, que con más de 2.000 hombres estaba al acecho. Los cócteles molotov, no hicieron esta vez su aparición, y las fuerzas del orden no utilizaron gases lacrimógenos. En algunos lugares, jóvenes blancos y negros intentaron dispersar a los alborotadores para reducir la tensión.

Estos incidentes comenzaron cuando un grupo de Jóvenes Socialistas del Partido Laborista intentó realizar un mitin en una sala pública. Varios negros presentes en la audiencia les impidieron tomar la palabra alegando que los jóvenes laboristas pretendían sacar provecho político de la situación, al tiempo que preguntaban qué es lo que el Partido Laborista había hecho por la gente de color.

Los disturbios sólo cedieron en la madrugada de ayer, y más de setenta personas fueron arrestadas en la tercera noche consecutiva de violencia en la ciudad de Liverpool, que ayer visitó el ministro británico del Interior.

Whitelaw ha apoyado la decisión de la policía de utilizar gases lacrimógenos el domingo, y las fuerzas de seguridad de Liverpool contemplan ahora incluso la posibilidad de echar mano de las balas de goma si continúa la escalada de violencia, medida que sería mal acogida por el pueblo británico que, sin embargo, se siente defraudado cada vez que la policía, equipada con porras y escudos de plástico, tiene que retirarse al verse desbordada.