Beguin acelera sus contactos para formar Gobierno

ENVIADO ESPECIALEl líder de la coalición nacionalista conservadora Likud, y primer ministro dimisionario de Israel, Menájem Beguin, de 67 años, trabaja a marchas forzadas para formar Gobierno, mientras el Partido Laborista parece haber renunciado a ello adoptando una actitud pasiva.

El objetivo de Beguin consiste en presentarse ante el presidente de la República, Isaac Navon, a mediados de la semana próxima, con un proyecto de coalición gubernamental respaldado por una mayoría parlamentaria. El jefe del Estado se vería, en estas condiciones, prácticamente obligado a encomendar al actual primer ministro la tarea de poner en pie el nuevo Gabinete.

Cuando el escrutinio de las elecciones legislativas del martes pasado está a punto de finalizar, las previsiones sobre el reparto de escaños atribuyen a cada una de las dos grandes formaciones, laboristas y Likud, 49 escaños, lo que, de confirmarse, reforzarla la postura de Beguin para llevar a cabo su misión.

Para conseguir la mayoría absoluta de un mínimo de 61 escaños -sobre un total de 120 con los que cuenta la Kneset (Parlamento)-, Beguin se propone gobernar con el Partido Nacional Religioso (6 escaños); el bloque Agudat Israel (religiosos órtodoxos, cinco escaños); Poaeli Agudat (disidencia de los ortodoxos, un escaño); y el grupo sefardí no confesional Tami (dos escaños).

Con prisas por llegar a un acuerdo, el líder del Likud ha multiplicado sus contactos. El miércoles se entrevistó con el máximo dirigente del PNR, Jossef Burg, y ayer por la tarde, con los representantes de Agudat Israel.

Si con el PNR las asperezas a limar son mínimas -el partido de Burg se opone a la evacuación de los asentamientos judíos del Sianí egipcio y reivindica tres carteras-, las divergencias con el Agudat Israel son más consistentes y podrían incluso desembocar en un enfrentamiento entre las diversas ramas del judaísmo.

El Agudat, cuyos diputados y militantes reciben sus consignas de un congreso de rabinos y que sueña con redactar una Constitución inspirada. en la Torah (ley sagrada judía), se caracterizó en la anterior legislatura por presentar enmiendas que restringieron la aplicación de la ley sobre el aborto y la autopsia. Sus posturas en política exterior son, en cambio,

Los laboristas, sin embargo, no se esfuerzan por convertirse en el eje de una nueva coalición, y si su líder, Shimon Peres, se reunió ayer y el miércoles con los religiosos es, más que nada, para «intercambiar impresiones».

En esta «situación peligrosa», como la calificó el propio Peres, el que fue desde 1977 el primer partido de oposición, prefiere no acceder al Gobierno y dejar a Beguin hacer frente al problema de la autonomía palestina, a la evacuación del Sinaí egipcio y al marasmo económico.