Hu Yaobang considera imprescindible acabar con la "revolución cultural"
El nuevo número uno del Partido Comunista Chino (PCCh), Hu Yao, de 65 años, declaró ayer, en su discurso conmemorativo del 60º aniversario de la fundación del partido, que es necesario poner fin "definitivamente" a la revolución cultural, y exigió una "disciplina rigurosa" en los cuadros del partido.
En la tribuna de personalidades se encontraba el pleno del máximo organismo rector del PCCh: el Comité Permanente del Buró Político, incluido Hua Guofeng, en último lugar, el séptimo, según la prelación de dirigentes (colocación por rangos habitual en los sistemas comunistas).Hu Yaobang, brazo derecho del "hombre fuerte" de Pekín, Deng Xiaoping, ratificó en su discurso las directrices del 6º Pleno del Comité Central del PCCh, que finalizó el pasado lunes, según las cuales a la vez que se reconocían los méritos de Mao Zedong se le culpaba de instigador de la revolución cultural, etapa histórica de China que es anatematizada por los actuales dirigentes de Pekín.
Las conmemoraciones del 60 aniversario del PCCh, fundado en 1921 en una vieja escuela de monjas de Shanghai, coincidieron con la publicación en toda la prensa oficial del informe del Comité Central sobre el papel desempeñado por Mao a lo largo de su historia, un amplio informe de 119 páginas.
En su discurso, Hu Yaobang enfatizó la frase de que la etapa actual de China es "un importante período histórico marcado por el restablecimiento del orden y de la verdad, por la continuación de la obra de nuestros predecesores y nuestro camino hacia adelante".
Nefastas consecuencias
Este deseo de continuar la obra de los predecesores implica para Hu Yaobang "Ia necesidad de liquidar completamente las nefastas consecuencias de la revolución cultural".Las críticas contra Mao fueron repetidas por el número uno de Pekín, que se refirió al Gran Timonel como "un gran pensador y un mal político, especialmente al final de su vida".
Las ceremonias del 60 aniversario, celebradas en la sede de la Asamblea Popular en Pekín, fueron inauguradas por el flamante vicepresidente del partido y también protegido de Deng Xiaoping, Zhao Ziyang, primer ministro del país. En la ceremonia estuvo ausente el número dos oficial del régimen, el mariscal Ye Jianying, de 83 años, conocido por sus opiniones en muchos casos tontrarias a las del "hombre fuerte", Deng Xiaoping.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.