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"No hay expectativas de creación masiva de puestos de trabajo", según Cuevas

«No hay posibilidades ni expectativas de creación masiva de puestos de trabajo por motivos económicos. Para esto no valen ni las exenciones, ni las subvenciones, ni nada. No habrá contratación masiva de jóvenes, ni de menos jóvenes, ni de desempleados», dijo ayer José María Cuevas, secretario general de CEOE, en el contexto de la presentación de dos trabajos sobre «Educación y empleo» y «Nuevas tecnologías y empleo», editados por el Instituto de Estudios Económicos.

Cuevas hizo esta intervención para eliminar falsas expectativas sobre el incremento del empleo, paliando así el ligero optimismo de que hacía gala el ministro de Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, Sancho Rof, invitado al acto, al explicar algunos aspectos derivados del Acuerdo Nacional de Empleo, como formación profesional, etcétera. Por su parte, Sancho Rof recordó la teoría de la Administración en relación con la cobertura del desempleo en el sentido de que se va a una tendencia de cambiar una cobertura larga y medianamente pagada por otro tipo de cobertura más corta y mejor pagada. «Ello», dijo Sancho Rof, «significará un estímulo para el desempleado en el sentido de convencerle de la necesidad de su reconversión tecnológica».En otro momento, el titular de Trabajo explicó que del millón y medio largo de personas que figuran en el paro registrado, alrededor de 720.000 reciben seguro de desempleo, y que existe un fraude en éste de cerca de un 20% del total.

Respecto al estudio «Nuevas tecnologías y empleo», que ha editado el Instituto de Estudios Económicos, su filosofía global es la de que frente a las tesis de quienes proclaman que las nuevas tecnologías generan paro a corto plazo en los sectores concretos a los que se incorporan, las nuevas tecnologías generan más empleo a largo plazo en el conjunto de la economía.

El mismo ejemplo de España da la razón, según el estudio, a los que afirman que la gran cuestión que se plantea ante la adopción de nuevas tecnologías y su impacto sobre el empleo debería formularse de otra manera, es decir, habría que preguntarse cuántos puestos de trabajo se perderían de no introducirse tecnologías nuevas.

Por último, el cambio tecnológico y las demandas educativas que de él se derivan también se abordan en el libro Educación y empleo del profesor de la London School of Economics, Mark Blaug. Se trata de un original, no de una traducción, en la que Blaug asegura que el sistema educativo español ofrece, en conocimientos y habilidades, más de lo que pide el mercado de trabajo (es decir, se produce una «sobreeducación» en la terminología del autor), si bien el tipo de formación impartida no se corresponde, por no desarrollar suficientemente la capacidad de adaptación y aprendizaje, con las exigencias de una economía en proceso de permanente innovación tecnológica.

A juicio de Blaug, « no hay que esperar que el sistema educativo pueda contribuir a una reducción rápida del paro juvenil, aunque su reforma, en el, sentido de hacerlo más flexible, puede facilitar la adecuación entre las capacidades de los jóvenes que acceden al mercado de trabajo y las necesidades y requerimientos de éste».

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