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Potenciación de las Comisiones Obreras catalanas gracias a la candidatura alternativa

Con la elección de una ejecutiva en la que están presentes un número mayor de prosoviéticos y críticos de los que en un principio cabía esperar, terminó el pasado domingo el II Congreso Confederal de CC OO, celebrado en el Palacio de Congresos de Barcelona. La lista alternativa consiguió un total de trece representantes en la ejecutiva, contra las primeras previsiones, que situaban no más de diez de los 49 miembros que la forman.

Los continuos intentos de la comisión de candidaturas presidida por Nicolás Sartorius para lograr refundir ambas listas habían fracasado ya a últimas horas de la noche del sábado, después de que, en algunos momentos existiera -sobre todo a mediodía del sábado- alguna ligera posibilidad. Los resultados de la votación de ambas listas -personal y secreta- desbordaron todas las previsiones y sorprendieron incluso a los promotores de la lista alternativa. La candidatura encabezada por Marcelino Camacho alcanzó un total de 667 votos frente a los 229 obtenidos por la de Alfred Clemente.La satisfacción de diversos sectores -fundamentalmente de la delegación catalana- al conocerse los resultados contrastaba notable mente con el desánimo de los miembros de la lista oficial. En este sentido destaca el abandono súbito del congreso por Nicolás Sartorius portavoz de la comisión de candidaturas, lo que obligó a que los resultados fueran leídos por un suplente después de varios minutos de inútil espera. Tan sorprendente actitud fue interpretada como exponente del desengaño producido.

Según explicaría el mismo Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius tuvo que marcharse a Madrid «por haberse prolongado el congreso más de lo previsto». La clausura estaba prevista hacia la una de la tarde, y a las 14.30 horas el nuevo secretario general, elegido minutos antes por abrumadora mayoría (859 votos a favor y 38 en contra), iniciaba el discurso de clausura.

Mayor presencia de los críticos

La nueva configuración de la ejecutiva supone una mayor presencia de sectores críticos en el máximo órgano de la confederación sindical y va a tener, sin duda, una especial influencia en el próximo congreso del PCE. La corriente socialista autogestionaria -reconocida en una resolución del congreso- perdía dos de los puestos previstos, quedándose reducida a cuatro representantes, entre ellos, como era de esperar, José María Corell y Mary Paz Pardo.Aunque Marcelino Camacho señalara en posterior conferencia de Prensa que «las etiquetas deben quedar fuera y ahora lo que tenemos es una nueva ejecutiva que trabajará unitariamente», lo cierto es que las etiquetas han estado presentes a lo largo del congreso, y que las luchas por situarse en el nuevo órgano de dirección han alcanzado a unos y otros.

Francisco García Salve, no incluido en la candidatura oficial, lograba entrar por la vía de la lista alternativa en la nueva ejecutiva, al igual que Ángel Campos, controvertido responsable de juventud en el anterior. Camacho insistiría en que la existencia de dos listas «no asusta a CC OO» y que «en demasiadas ocasiones las listas alternativas surgen por intereses personales promovidos por gente que, al no verse en la candidatura oficial busca, corno sea, el estar presente en los órganos de dirección».

No obstante, para quien el congreso ha resultado un éxito total ha sido para la Comisión Obrera Nacional de Cataluña. Como destacaba públicamente su secretario general, José Luis López Bulla al afirmar que «nunca hubo tanto catalanes en la dirección de CC OO». «El resultado es dos a once», dijo también, irónicamente López Bulla, destacando que ante había dos catalanes en la dirección y ahora habrá once, en su mayoría gracias a la lista alternativa.

Este resultado contrasta con los temores -muy fundados- de que la dirección saliente pretendía marginar a los díscolos catalanes de la nueva comisión ejecutiva. Esta marginación puede producirse, con toda probabilidad, cuando se elija, en unos días -por parte de la comisión ejecutiva- el secretario entrante.

Las tesis de la anterior ejecutiva salieron adelante

Los promotores de la candidatura oficial intentaron sustraer votos a la lista alternativa mediante la inclusión en su candidatura de un representante del Movimiento Comunista y de otro de la Liga Comunista Revolucionaria. Pero ambos grupos de extrema izquierda rehusaron su inclusión y manifestaron públicamente que votarían por la candidatura alternativa, pese a que los promotores de esta última no les ofrecieron la posibilidad de estar representados en la misma.A partir de este momento, la nueva ejecutiva elegirá el secretariado. Labor que, probable mente, se retrasará durante unos días, según Camacho, con el fin de dar un tiempo de reflexión.

La línea oficial del aparato estatal, a pesar de haber perdido fuerza con la entrada de miembros de distinta tendencia, ha ganado en cambio el reconocimiento de sus líneas de actuación y ha sacado adelante las tesis defendidas por la ejecutiva saliente, en un congreso que se ha caracterizado por una transparencia informativa difícilmente superable y que ha evitado la circulación de rumores e intoxicaciones.

Otro dato significativo del congreso fue la pobre imagen ofrecida por Marcelino Camacho. Sus intervenciones fueron carentes de interés, con actitudes paternales y no muy alejadas de la demagogia. Camacho irritó en diversas ocasiones a la delegación catalana que, hasta ahora, lo había estado defendiendo, quizá como mal menor, o como dique a dirigentes comunistas aún mucho más incondicionales de Santiago Carrillo. Sin duda, la tarea de recomponer una unidad en torno a una política superará sus actuales fuerzas. En este sentido no hay que olvidar que la candidatura alternativa obtuvo algo más de un tercio de los votos que recibió la candidatura oficial. De ahí que estén en ciernes debates controvertidos, en especial si se consideran las situaciones por las que atraviesan el PSUC y el PCE.

Para los catalanes, el principal fracaso consistió en su incapacidad para conectar con las demás delegaciones y constituir un bloque común. La aparición en Cataluña de un fuerte sector prosoviético dio al traste con la intención de los leninistas, también catalanes, de encabezar una renovación de CC OO. «Entre la derecha carrillista y la izquierda prosoviética, nuestro deseo de renovar el sindicato sin renunciar a cuestiones básicas ha quedado muy maltrecho», manifestó a este diario un dirigente leninista de las CC OO catalanas, quien recordó cómo en el reciente congreso de éstas los prosoviéticos habían sido derrotados totalmente por los leninistas.

En la nueva comisión ejecutiva aparecen, en los ocho primeros puestos, miembros de la ejecutiva saliente (Camacho, Cipriano García, Julián Ariza, Agustín Moreno, Antonio Gutiérrez, Serafín Aliaga, Adolfo Pastor y Leónidas Montero). Como miembros de la lista oficial excluidos por la elección de trece prosoviéticos catalanes y críticos del resto de España, destacan Pilar Arroyo (secretaria general de la Administración Pública) y Manuel Cámara, presidente de la mesa del Congreso y secretario general de las islas Baleares. Pilar Arroyo puede llegar a la ejecutiva si se produce un mínimo cambio entre los elegidos, ya que fue la primera no elegida.

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