Mitterrand continúa centrando su acción política en el terreno económico
El Gobierno socialista del francés François Mitterrand, con la decisión adoptada el pasado miércoles en Consejo de Ministros de conceder créditos a intereses privilegiados a las pequeñas y medianas empresas, y favorecer la inserción profesional de los jóvenes, mantiene una línea de actuación que se ciñe al programa presentado por el actual presidente en vísperas de las elecciones.
Mitterrand ha centrado su acción política inmediata en el terreno económico y social, aparte de algunas medidas, como la supresión del Tribunal de Seguridad del Estado.Dentro de un plan de lucha contra el paro, el manifiesto electoral de Mitterrand preveía unas medidas dirigidas a un relanzamiento selectivo de la economía y a una reanimación de la producción interior gracias a la elevación del nivel de vida de las categorías menos favorecidas. El sector público asumirla gran parte de la creación de nuevos puestos de trabajo: 150.000 de un total de 210.000 previstos.
El derecho de jubilación a los sesenta años para los hombres y a los 55 para las mujeres (facultativo), el destino de fondos para la formación de los jóvenes, la reducción de las cargas sociales a las empresas intensivas en mano de obra, la negociación de una reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales, sin disminución del salario, completaban las líneas generales de esta política de lucha contra el paro.
Al mismo tiempo, otra serie de medidas sociales completaban el panorama previsto para una nueva política laboral: subida del salario mínimo y cierre del abanico salarial, quinta semana de vacaciones anuales, subida de las pensiones de jubilación, de las ayudas familiares Y a la vivienda, modificación del porcentaje de cotizaciones patronales a la Seguridad Social en beneficio de las empresas de mano de obra intensiva.
En el terreno económico se preveía un crecimiento anual de un 3 % y un relanzamiento selectivo del consumo a través de una subida de las rentas más bajas, y un programa de inversión pública.
Aunque el manifiesto electoral bosquejaba el programa de Gobierno que se realizaría después de las elecciones legislativas que seguirían a la disolución de la Asamblea Nacional en caso de elección del candidato socialista a la Presidencia de la República, el Gobierno de François Mitterrand ha adoptado ya una serie de medidas sociales.
Subida de pensiones en un 20%
Las más importantes fueron aprobadas en el Consejo de Ministros del pasado 3 de junio. El salario mínimo fue aumentado en un 10%, a partir del 1 de junio, pasando a 2.900 francos al mes. Las pensiones mínimas de vejez pasaban a 1.700 francos al mes, sufriendo un incremento del 20%. Las ayudas familiares, las de la vivienda y las concedidas a minusválidos aumentarán en un 25 % desde el 1 de julio.El 10 de junio, el Consejo de Ministros aprobó un nuevo paquete de medidas dirigidas a la lucha contra el desempleo. En el sector público, y parapúblico, se preveía la creación de 25.700 puestos en la función pública y 7.850 creaciones subvencionadas. En el privado, la mejora del pacto existente para e empleo y la formación profesional. Al mismo tiempo se creaba un fondo especial de adaptación industrial y una serie de créditos. Para financiar estas medidas se decidió crear un impuesto excepcional sobre las rentas más elevadas, aplicable a los contribuyentes (108.000 en total), que deberán pagar una tasa superior a los 100.000 francos en 1981. La tasa del 25% se aplicará a las fracciones que excedan a los 100.000 francos. Por otra parte, se crea un impuesto excepcional sobre las sociedades petroleras que exploten yacimientos de petróleo o de gas en Francia y unas tasas especiales sobre ciertos gastos generales de las sociedades y sobre los beneficios excepcionales de los bancos. Finalmente, el impuesto sobre el valor añadido de los hoteles de lujo pasa del 7% al 17,6%.
Paralelamente, el 12 de junio, el primer ministro, Pierre Mauroy, abría negociaciones con representantes de los sindicatos y los empresarios sobre la duración de la jornada laboral para conseguir la semana de 35 horas de aquí a 1985.
