En el 80 aniversario del filósofo español Juan David García Bacca
El filósofo español Juan David García Bacca, catedrático ya jubilado de la Universidad de Caracas, acaba de cumplir sus ochenta años. García Bacca, exiliado a raíz de la guerra civil, ha permanecido toda su vida en Latinoamérica. En la actualidad es una de las figuras más interesantes del pensamiento español del exilio y el único gran filósofo, junto con Zubiri, superviviente de la preguerra.
Filósofo, teólogo, físico, matemático y helenista, García Bacca es una de las grandes figuras del pensamiento español contemporáneo. Nació en Pamplona el 15 de junio de, 1901, de padres aragoneses. Estudia filosofía y teología en la Universidad de Cervera y luego siguió un curso de matemática superior en Alemania con el gran sabio Sonnenfeld. Su tesis doctoral versó sobre La estructura lógica de la ciencia física. Más tarde fue profesor en la Universidad Católica de Madrid, y muy joven gana la cátedra de Filosofía de la Universidad de Santiago de Compostela. El final de la guerra civil le sorprende en París, de donde sale para Ecuador contratado, como profesor de filosofía. En 1942 va a México para dictar un curso sobre Heidegger y permanece en tierra azteca durante cuatro años. En 1946 llega a Venezuela, donde permaneció, hasta su jubilación, como catedrático en la Universidad de Caracas. Allí organizó los institutos de Lógica Matemática y de Filosofía de la Ciencia. Después de cuarenta años de exilio, visitó España en 1977.La idea central de su filosofía gira en torno al concepto de transustanciación, que aparece redondeada en Metafísica actual (1963), y significa, frente a la escolástica tradicional, la transformación de lo físico, poder que sólo tienen la ciencia y la técnica. Se trata de potencias metafísicas de la ciencia que trastocan el orden existente y transfiguran el mapa físico y teológico del mundo real. Los planes de interpretación de la metafísica tradicional deben ser sustituidos por los proyectos de transformación de la nueva metafísica, o sea, de la nueva fisica, la atómica o nuclear. En Curso sistemático de filosofia actual (1969) esboza el programa dialéctico para hacer explotar la realidad en mil añicos. «No se trata de interpretar el mundo, sino de transformarlo».
Filosofía y ciencia
Ya en Historia filosófica de las ciencias (1963) había intentado historiar la ciencia desde la filosofía para demostrar la raíz científica de todo sistema filosófico. En oposición a todo dogmatismo, piensa que la dialéctica misma, como operación transformadora universalizante, tiene también que verificar en la realidad sus potencialidades, dialectizar la dialéctica. No se trata de una dialéctica negativa a lo Adorno, que atomiza la realidad en multiplicidades anárquicas, sino de una comprobación científica y experimental del proyecto teórico conceptual de
Hegel y Marx. En su Humanismo teórico, práctico y positivo, según Marx (1965) esboza el giro sustancial que deberá dar el hombre para convertirse en humano, tarea que deberá realizar prácticamente, vi viendo socializado para poder llegar a ser el hombre nuevo, la totalidad de sí mismo. Y a esta nueva realidad sólo llegará cuando ya no tema a los dioses ni a su egoísmo de propietario o individualidad destructora, que le impiden vivir en sociedad, unidos los hombres en un nosotros trascendente. Pero si García Bacca coincide con el marxismo en estas finalidades últimas, sostiene que una sociedad socializada debe someterse siempre a prueba.
Filósofo de la ciencia, científico de la filosofía, en su monumental obra Lecciones de historia de lafilosofia (1972) nos describe el proceso filosófico desde la ciencia. No es casual que comience en Demócrito y termine en Marx. Su finalidad es hacer patente el origen de la alienación filosófica, es decir, cómo el pensamiento que se piensa a sí mismo perdura y se obstina hasta llegar, por un proceso seguro y continuo, a la completa desalienación de la filosofía: el triunfo de la razón científica.
Daríamos una imagen parcial de García Bacca si analizásemos solamente el filósofo, científico, sabio, porque es además un literato que «une la formalidad literaria a la formalidad filosófica» (J. Bergamín), el único filósofo español que llevó a cabo esta proeza. «Uno de los más grandes pensadores de la lengua española, que figura a la par entre los más grandes escritores de la misma» (José Gaos). En Introducción literaria a la filosofía (1964) demuestra que la filosofía se expresa por imágenes y símbolos literarios. Pero la literatura le interesa por mor de filosofar, para que el verso y la novela le revelen un pensamiento encarnado, vivo. En este sentido, Alfonso Reyes le acusaba de «vampiro filosófico». Invitación al filosofar, según el espíritu y letra de Antonio Machado (1967) es una invitación a cambiar realmente, abandonando el yo posesivo para llegar al amor real, viviéndolo desde esa otredad esencial del ser de que hablaba Machado. Amor, poesía y filosofía se unen para crear el nosotros, unificador común de la soledad amorosa, poética y filosófica.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.