Transportes renuncia al ferrocarril para mejorar los accesos al aeropuerto de Barajas

El ministro de Transportes y Comunicaciones, José Luis Alvarez, se mostró ayer contrario a establecer una comunicación entre Madrid y el aeropuerto de Barajas a través del ferrocarril o el Metro. Según dijo el ministro, los estudios hechos sobre rentabilidad social no justifican las inversiones que habría que hacer, por lo que es preferible potenciar la utilización de las carreteras para mejorar las conexiones entre la capital y las terminales de viajeros. Aparte de acondicionar la carretera de Barcelona, se construirá un tramo del cuarto cinturón (M-40) entre la carretera de Valencia y la de Barcelona, y posiblemente se aborde la ejecución del eje Cuzco-Barajas.

Los proyectos redactados en los últimos meses sobre la conveniencia de construir una línea ferroviaria de viajeros o prolongar alguna de las líneas de Metro cercanas parece que no se van a llevar a la práctica. José Luis Alvarez, en el curso de una reunión con la Prensa, para presentar el balance del Ministerio durante el último año, manifestó que no era aconsejable poner una estación ferroviaria o de Metro en Barajas. «Los estudios de rentabilidad social hechos han demostrado que no se justificaría la inversión que habría que hacer para conectar el aeropuerto a través del tren», dijo.Hace unos meses, la opinión de los responsables del área de transportes no descartaba la posibilidad de que se prolongara la línea de Metro de Aluche-Canillejas o la de América-Las Musas, para dar servicio no sólo al aeropuerto, sino también al cercano pueblo de Barajas y a la zona de la Alameda de Osuna. Otra de las posibilidades que se estudiaban era la de que un ramal de la línea ferroviaria que une Chamartín con Alcalá de Henares llegara a Barajas, aprovechando el trazado actualmente recorrido por los trenes de mercancías que descargan combustible para los aviones.

Uno y otro proyecto suponían una gran inversión que los responsables de Transportes se mostraban remisos a realizar, ante la posibilidad de que, al igual que ha ocurrido en otras partes, el ferrocarril no creara la suficiente demanda de usuarios.

Al final. parece que se ha optado por establecer una mejora de las comunicaciones con Barajas por carretera. El Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo estudia, en la actualidad, la construcción de un tramo de la M-40, que irá desde la carretera de Valencia hasta la de Barcelona, a la altura del desvío al aeropuerto.

Por otra parte, la Dirección General de Carreteras sacará a concurso próximamente las obras para instalar un Centro de Control de Tráfico por el que se vigilará, mediante un circuito cerrado de televisión y varios ordenadores, el tramo de la carretera de Barcelona entre la calle Cartagena y el nudo Eisenhower.

La tercera comunicación que se establecería sería el eje Cuzco Barajas, cuya construcción ha sido reconsiderada por el Ayuntamiento. En la actualidad, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha solicitado una alternativa de diseño para este eje, con el fin de buscar un trazado que no suponga una agresión al entorno.

Mientras se configura la estructura viaria que permitirá enlazar con el aeropuerto, prosiguen las obras de la primera fase en la terminal nacional de éste, que estarán terminadas el próximo 2 de julio, seis meses antes de lo previsto. Según anunció José Luis Alvarez, las obras de la segunda fase serán adjudicadas inmediatamente, ya que se quiere que estén terminadas antes del Campeonato Mundial de Fútbol.

En el momento en que se inauguren las obras ahora en realización, los accesos a las salas de embarque serán más fáciles de realizar, tanto desde el aparcamiento como desde las puertas. La terminal ha sido ensanchada, se han puesto escaleras mecánicas y ascensores, se ha dividido el edificio de forma que, según el destino, se acceda por una u otra puerta, se ha mejorado el embarque y desembarque de viajeros gracias a las pasarelas telescópicas que comunicarán las instalaciones con los aviones y se ha cambiado el sistema de seguridad y vigilancia. Por otra parte, y dentro de los servicios puestos a disposición del pasajero, se ha puesto un pasillo rodante entre la terminal y el aparcamiento, se han instalado tiendas, autoservicios y restaurantes y se ha intentado acondicionar las instalaciones para disminuir el tiempo de recogida de equipajes en las llegadas.