El Gobierno confía en lograr un acuerdo con el PSOE antes de que finalice julio

La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Autonómicos se reunió ayer tarde por espacio de dos horas en el Congreso de los Diputados, lo que puede estar en relación con las declaraciones efectuadas el martes por el líder de la oposición, Felipe González, sobre la necesidad de alcanzar un acuerdo en materia autonómica antes del 31 de julio. El secretario general del PSOE advertía que de no ser así, su partido abandonaría las conversaciones que viene manteniendo con el Gobierno desde hace meses.

El secretario de Estado pala las Autonomías, Manuel Broseta, manifestó al término de la reunión que no creía que hubiera problemas con el tiempo para lograr el acuerdo que se pretende sobre el desarrollo del proceso autonómico. Broseta manifestó que la situación autonómica en general, tema sobre el que giró la reunión de la Comisión Delegada, es «esperanzadora y brillante, porque se está introduciendo un mayor rigor técnico y jurídico a los estatutos».El secretario de Estado para las Autonomías acogió de forma positiva la propuesta de los socialistas de ampliar la negociación a los demás partidos, de modo que el pacto sea firmado por todas las fuerzas democráticas, si bien no entró a juzgar la conveniencia de dar mayor o menor formalidad a ese pacto.

Una fuente gubernamental consultada por este periódico mostró su extrañeza por el plazo tan largo que marcaba el PSOE para la conclusión del pacto autonómico, cuando son muy pocas las cuestiones pendientes de resolución. El tema puede quedar resuelto en este mismo mes, señaló.

Desde hace exactamente un mes, fecha en que fue concluido y entregado al Gobierno y al PSOE el dictamen de la comisión de expertos, dirigido por el profesor García de Enterría, representantes de ambas partes no han cesado de mantener reuniones de trabajo con el fin de concretar sobre el papel un compromiso político sobre las propuestas formuladas por los expertos.

Las conversaciones parecen ir mucho más avanzadas de lo que Felipe González dio a entender el martes, según se afirma en medios del Gobierno.

El conjunto de temas sobre el que se centran las discrepancias lo constituyen el papel de las diputaciones generales en relación con los Gobierno autónomos, la composición de las asambleas regionales y el sistema electoral por el que han de regirse tanto las diputaciones como los parlamentos autónomos. El PSOE se resiste a la potenciación de las diputaciones mientras persista el actual sistema electoral que prima claramente a los partidos conservadores.