Taiwan aparece como el principal problema entre Washington y Pekín

El futuro de Taiwan aparece como la principal dificultad de las conversaciones entre Estados Unidos y la República Popular China durante la visita que realiza a Pekín el secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.A pesar de que un alto funcionario estadounidense calificó como muy amistosas las discusiones de Haig con los dirigentes chinos, y aseguró que se habían desarrollado en una buena atmósfera, no hubo en sus declaraciones ninguna información concreta, y mucho menos una alusión al problema de la isla de Formosa, donde se instaló, en 1949, el régimep nacionalista del Kuomintang, derrotado por los comunistas en la guerra civil.

Alexander Haig es el primer miembro de la Administración Reagan que niantierle contactos directos con los dirigentes de Pekín. Fuentes norteamericanas indicaron que estas primeras conversaciones sobre problemas internacionales, y especialmente sobre la política de la Unión Soviética, habían producido una amplia coincidencia de puntos de vista.

El jefe de la diplomacia norteamericana se entrevistó con los altos dirigentes de la República Popular China, desde su llegada el pasado domingo. «Nuestros intereses tienen fines paralelos», declaró Haig en Pekín. «Y nuestras políticas puede considerarse como complementarias», añadió.

Estados Unidos, al establecer relaciones, diplomáticas en China Popular, en enero de 1979, aceptó que «el Gobierno de Pekín es el único legal en China y que la isla de Formosa forma parte de ella». A cambio, Pekín se comprometió a no tomar por la fuerza la isla de Formosa y admitió que Norteamérica mantuviese relaciones comerciales y culturales con el régimén de Taiwan. Poco antes de la llegada de Haig, la Prensa china publicó duras críticas contra Estados Unidos por su suministro de armas a Taiwan, que considera como una injerencia en los asuntos internos de la República Popular China.