Temor por la vida del presidente iraní Banisadr

Unidades del cuerpo especial de seguridad del presidente iraní, Abolhassan Banisadr, han tomado posiciones alrededor de su residencia en Teherán, ya que en las últimas horas se teme por su vida, informaron ayer fuentes de Teherán.De otro lado, se produjeron ayer, en el centro de Teherán, enfrentamientos entre los partidarios de Banisadr y extremistas, islámicos, por lo que la guardia revolucionaría tuvo que disparar varios tiros al aire para dispersarlos, no sin antes producirse decenas de heridos.

Por otra parte, un importante número de personas se manifestó ayer por las calles portando pancartas en las que se pedía la dimisión del presidente y su muerte.

En un mensaje de cuatro páginas dado a conocer por la oficina de Banisadr, este advirtió que «aunque yo fuera cesado en mi cargo y asesinado, no acabarían las discordias y problemas en el país».

Asimismo, y también ayer, el presidente del Parlamento iraní, hoyatolislam Rafsanjani, mantuvo una reunión con el ayatollah Jomeini en la que se estudió la situación actual del presidente Banisadr, quien el miércoles fue destituido como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.

En este estado de cosas, y según la Constitución iraní, si el Parlamento considera que el presidente ha incurrido en «incompetencia política» puede recomendar al ayatollah Jomeini su destitución.

Más de cien heridos

En cuanto a los graves enfrentamientos de ayer, más de un centenar de personas resultaron heridas en pleno centro de Teherán, cuando dos grupos de manifestantes llegaron a las inmediaciones de la residencia oficial del presidente iraní, Banisadr.Los enfrentamientos callejeros fueron protagonizados por extremistas islámicos y grupos de partidarios de Banisadr.

Un miembro del comité central de la revolución dijo que entre los heridos se hallaban miembros del grupo izquierdista Peykar, considerado como pro Banisadr.

Banisadr, de 47 años, pidió en la tarde de ayer a la nación que se resista al establecimiento de un régimen dictatorial.

En una carta distribuida ayer, el presidente Banisadr acusó a la «fanática» junta islámica de planear la destrucción del país.

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