España puede solicitar un aplazamiento de la visita de Claude Cheysson a Madrid, prevista para el sábado

El Gobierno español podría solicitar un aplazamiento de la visita oficial a Madrid del ministro galo de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, si el Gobierno de Francia decide en los próximos días no conceder la extradición del presunto terrorista vasco Tomás Linaza, que había sido concedida por los tribunales franceses.

En fuentes diplomáticas del Ministerio de Asuntos Exteriores no se ha descartado esta posibilidad, aunque de momento se mantiene la fecha oficial de la visita de Claude Cheysson a Madrid, prevista en un principio para el próximo sábado, día 13. Las mismas fuentes señalan que este viaje -acordado en el curso de una conversación diplomática, y que incluye una invitación oficial de España al jefe de la diplomacia francesa- podría realizarse también en el caso de que el Gobierno de París no se pronunciara sobre la extradición de Linaza en el curso de la presente semana.

En todo caso, en medios políticos próximos al Gobierno se afirma que si no concede Francia la extradición aprobada por el tribunal de París la visita de Cheysson a Madrid sería inoportuna y crearía en la opinión pública un clima de tensión similar al que rodeó la llegada a Madrid del ex primer ministro de Francia Raymond Barre sólo pocos días después de que el ex presidente Valéry Giscard d'Estaing anunciara ante las agrupaciones de agricultores de su país un frenazo frontal a las negociaciones para el ingreso de España en la CEE, bloqueando el capítulo agrícola.

De momento, los portavoces oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores español han declarado que esperan la reacción oficial de Francia al mensaje que el ministro del departamento, José Pedro Pérez-Llorca, transmitió a su homólogo Claude Cheysson a través del embajador de Francia en Madrid, Raoul Delaye, convocado urgentemente en la noche del pasado lunes. La respuesta de Cheysson al mensaje de Pérez-Llorca no se conocía en el día de ayer, entre otras cosas porque el ministro galo llegó ayer por la mañana a París (donde hoy se reúne el Consejo de Ministros francés) procedente de Roma.

En medios del Ministerio de Asuntos Exteriores se ha confirmado que el Gobierno español estudia la posible respuesta oficial a la eventual negativa de extradición. Los mismos medios descartan de manera tajante una reacción violenta, como lo sería la ruptura de relaciones diplomáticas o la inmediata retirada de embajadores. Por el contrario, sí parece posible que se dictara una nota oficial de protesta o nota verbal, comunicándole al Gobierno del país vecino el malestar oficial español. Tampoco se descarta la eventual llamada a consulta a Madrid del actual embajador de España en París, Miguel Solano.

Precisamente en las últimas semanas había circulado el rumor del posible relevo de dicho embajador, haciéndolo coincidir con la llegada de François Mitterrand al palacio del Elíseo. Uno de los nombres que circulaba como posible candidato a la Embajada hispana en París era el del ex ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja, quien ayer hizo una dura declaración sobre la posible no concesión de la extradición de Linaza. De todas maneras, en fuentes oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores se señaló que «en el momento actual no está prevista la sustitución de Miguel Solano en París».

Por otra parte, en el palacio de Santa Cruz ha sorprendido la dureza de algunas declaraciones políticas y comentarios de Prensa por el caso Linaza, que fueron, en todo caso, el eco inmediato a la convocatoria nocturna del embajador de Francia en Madrid y a las declaraciones del propio ministro de Asuntos Exteriores esa misma noche.

En Madrid se teme, por último, que un nuevo clima de tensión hispano-francés podría empeorar el problema del terrorismo vasco y la cooperación policial de ambos países e incluso redundar en las ya atrasadas negociaciones para el ingreso de España en la CEE.