El proyecto del PNV sobre territorios históricos encuentra fuerte oposición

Por primera vez en un año de vida parlamentaria vasca, la elaboración de un proyecto legislativo, el de territorios históricos, está suscitando polémicas entre todas las fuerzas políticas antes de que los debates se desarrollen por los cauces parlamentarios. A excepción de Euskadíko Ezkerra, que aún no se ha pronunciado al respecto, el texto que el Gobierno vasco ha presentado a la Cámara está siendo el blanco de las críticas más diversas.Los partidos de la derecha se han hecho eco de las objeciones expuestas públicamente por el diputado general alavés, Emilio Guevara, para adecuarlas a su concepción de una comunidad autónoma regida por las diputaciones provinciales.

El texto que el Gobierno vasco ha remitido al Parlamento, en opinión del presidente de la UCD vasca, José María Viana, no sólo merma poder a la diputación alavesa, sino que se les niega a Guipúzcoa y a Vizcaya la autonomía que sus diputados forales tuvieron en su día. «Puedo afirmar con rotundidad», declaró el líder ucedista, «que el franquismo fue más respetuoso con la autonomía de Alava que lo que el PNV pretende con este proyecto. Es hora de que todo el mundo sepa que el nacionalismo que Sabino Arana se inventó hace ochenta años es un atentado a la autonomía, y por tanto a la libertad, de alaveses, guipuzcoanos y vizcaínos.

De «monstruosidad» ha calificado el proyecto el secretario general de Alianza Popular, Florencio Aróstegui, quien hace especial hincapié en que el Gobierno y el Parlamento vascos únicamente deben ser órganos de coordinación, ya que la actividad directa «debe ser ejercida por las diputaciones».

Por su parte, el Partido Comunista y el Partido Socialista se inclinan, en principio, hacia la fórmula intermedia que suponga un equilibrio entre la preeminencia de las instituciones comunes -Gobierno y Parlamento- y el poder de las diputaciones.

El fortalecimiento de las instituciones comunes por encima del poder de las diputaciones, sin que ello suponga una rebaja de la naturaleza jurídica de los territorios forales, es un principio avalado también por el Partido Comunista. Después de clarificar que en su opinión el proyecto legislativo no es centralista, el portavoz de los comunistas vascos, Juan Infante, apuesta a favor de la creación de un poder autónomo que supere el papel de coordinación entre las tres provincias.

Algo más cauto se mostraba el Partido Socialista en relación al proyecto, que defendería si una profunda lectura de su redacción demuestra que la fórmula propuesta por el Gobierno vasco se aleja tanto de concepciones de nuevo centralismo como provincialistas a ultranza. Hoy celebrarán una reunión de grupo parlamentario en Vitoria para discutir expresamente el mencionado proyecto legislativo que, según declaró ayer a EL PAIS Txiki Benegas, «es positivo pero complejo».