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La justicia francesa concede, la extradición del presunto "etarra" Tomás Linaza

París La extradición del presunto militante de ETA Militar Tomás Linaza Echevarría, sobre la que ayer la justicia francesa se pronunció favorablemente, se produciría rápidamente si en última instancia el presidente François Mitterrand estima oportuno conformarse a la opinión del Tribunal de París. Algunos medios oficiales valoraron anoche el veredicto como «parcialmente favorable a la extradición».

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El tribunal que examinó en el palacio de Justicia de París la demanda de extradición de Linaza, ante una sala no muy nutrida y en presencia de los abogados de la defensa, estimó que «los hechos objeto de la demanda de extradición son demasiado graves para evitar esta última».En el mismo sentido, concluyó que «los delitos cometidos por Linaza son vulgares crímenes de derecho común, y esas infracciones no pueden considerarse políticas». Con anterioridad, enumeró cada uno de los delitos detallados por la demanda de extradición, para estimar que, en Francia, serían castigados con varias penas de muerte y con cadena perpetua. Estipuló igualmente que algunos de esos delitos, separadamente, no son susceptibles de extradición.

A partir del momento en el que la justicia se dice favorable a la extradición, el proceso a seguir según la ley francesa es el siguiente: el ministro de Justicia, Maurice Faure, elabora un decreto a partir del texto emitido por el tribunal que juzgó a Linaza. Una vez firmado, el titular de Justicia lo transmite al Gobierno, es decir, al primer ministro, Pierre Mauroy. Y será el Gobierno quien aceptará o no la opinión de la justicia, según los atributos que le concede la ley. Ahora bien, como todo decreto, el referente a la suerte de Linaza sólo será efectivo tras el visto bueno del presidente Mitterrand.

Una fuente del Ministerio de Justicia nos declaró ayer que «la opinión de la justicia es parcialmente favorable a la extradición. En cualquier caso», añadió, «es muy probable que en las próximas 48 horas se pronuncie el Gobierno sobre la extradición de Linaza».

Podría no haber extradición

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En el caso de que el Gobierno estimara oportuno no seguir la recomendación de la justicia, Linaza quedaría en libertad automáticamente. A propósito de la eventual actitud de Mitterrand, una fuente oficiosa anotó: «No sé lo que Mitterrand pensará sobre este asunto. Lo único que se me ocurre es que, de atenerse a sus declaraciones anteriores, podría no haber extradición».Toda evaluación sobre este asunto es delicada. Cabe únicamente referirse al comportamiento del primer Gobierno de Mitterrand desde que entró en funciones. Hasta la fecha, todos los signos manifestados acreditan a los nuevos dirigentes galos como escrupulosos en el sector de las libertades, incluso contrariando a la opinión pública. Así ha ocurrido con la pena de muerte: el 67% de la población es hostil a su abolición. Mitterrand, a pesar de ello, ya ha conmutado la pena de un condenado y lo haría con los otros seis franceses pendientes de la guillotina. Esto no le impidió a un tribunal pronunciar una nueva pena de muerte la semana pasada, a pesar de que su veredicto será soslayado por los poderes del presidente.

Fernández Ordóñez: "La decisión está en manos del Gobierno francés"

El ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, manifestó ayer a Europa Press que prefiere no aventurarse a anticipar nada sobre la posible decisión del Gobierno francés en relación con la extradición del presunto miembro de ETA Tomás Linaza.El ministro señaló: En el caso francés, la autorización gubernativa es posterior a la autorizáción judicial. Es justamente lo contrario que el caso español. En nuestro país, cuando se trata de qwue se conceda una extradición, el primero que toma la decisión es el Gobierno, y, luego, el Ejecutivo lo envía a los tribunales, que deciden definitivamente. En Francia los tribunales acuerdan o no la extradición, y luego decide el Gobierno».

Fernández Ordóñez añadió: «La experiencia nuestra es que la negativa a las extradiciones españolas han venido siempre, o casi siempre, de la autoriddad gubernativa francesa. Es decir, la mayor resistencia suele venir más del Gobierno que de los tribunales. En estos últimos cuatro años nosotros no hemos conseguido de Francia ninguna de las extradiciones solicitadas».

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