Renace "Leviatán (Revista de Hechos e Ideas)"

«La reaparición de Leviatán se inscribe dentro de un proyecto cultural permanente del socialismo español, que cambia según las circunstancias históricas. No va a ser una revista del PSOE, pero sí un instrumento crítico al servicio de las ideas socialistas». De esta forma ha explicado en síntesis la reanudación de la publicación de la revista Leviatán su director, Salvador Clotas.El número 3 de la segunda época de esta «revista de hechos e ideas», fundada en el mes de mayo de 1934 por el diputado y escritor socialista Luis Araquistáin, fue presentada el martes pasado en el Club Internacional de Prensa de Madrid.

Al poco tiempo de iniciarse la transición democrática en España reapareció Leviatán, pero tan sólo se pudieron publicar dos números, dado que el título de la revista había pasado a manos de un particular después de la guerra civil, que es cuando dejó de imprimirse. Ahora Leviatán aparece reforzada tanto en su estructura financiera -está editada por la Fundación Pablo Iglesias- como en su composición redaccional, cuyas tareas se han encomendado a Antonio Santesmases, Francisco Laporta, Reyes Mate, Julio Rodríguez Aramberri y Miguel Satrústegui, quienes cuentan con un amplio comité asesor, entre los que se encuentran Pedro AlWres, Carlos Barral, Fernando Claudín, Elías Díaz, José María Castellet, Salvador Giner, González Casanova, Eduardo Haro TecgIen, Jorge Martínez Reverte y Xavier Rubert de Ventós, entre otros.

En el mismo acto de su presentación, la revista ya tuvo dos alertas críticas. Fernando Savater proponía, en un artículo enviado por carta ante su imposibilidad de estar presente, al equipo de Leviatán la idea de que hay que aceptar la dimensión inimaginable e incluso superflua e inútil de la cultura, y añadía que la cultura no era moralizante ni política, «aunque la política y la moral son dos formas de cultura». Savater prevenía contra la tentación que tienen los partidos políticos de manipular la cultura.

Xavier Rubert de Ventós fue todavía más crítico con la postura que en los últimos había mantenido la izquierda respecto a la cultura, ya que aquélla «había apartado la vida de] mundo de las formas, del mundo del presente, de los fenómenos nacionalistas y de los determinantes biológicos del comportamiento humano. Levialán», dijo Rubert de Ventós, «aunque todavía recoge muchos tics de nuestro izquierdismo inmarcesible, representa un gesto esperanzador, porque, por una vez, parece que la izquierda toma conciencia de que la cultura es una referencia a lo que nos desconcierta, a lo que nos rebasa y nos supera».

Alfonso Guerra manifestó que, a pesar de ser editada por un grupo socialista, es una revista abierta, de enfoque amplio, crítico e incluso mordaz.