Los socialistas galos encuentran dificultades para pactar con los comunistas
Los comunistas y socialistas fueron incapaces de llegar ayer a un acuerdo político con vistas a la formación del Gobierno que impondrá el resultado de las elecciones legislativas que se celebrarán los días 14 y 21 del mes actual.El secretario general del Partido Comunista francés (PCF), Georges Marchais, parece ser que se enfrenta con crecientes dificultades en el seno de su formación.
Por otra parte, el nuevo ministro de Cultura, Jack Lang, como consecuencia de un crimen cometido por un hermano suyo, presentó la dimisión, que el presidente François Mitterrand rechazó.
El delicado ajuste de cuentas entre los comunistas y socialistas, los problemas serios que se le presentan al porvenir político de Marchais, cuestiones ambas de relieve cara al futuro inmediato de la gestión de la izquierda en Francia, fueron relegadas a segundo término a última hora de ayer, por un estreno en la vida pública francesa desde que nació la V República, hace veintitrés años: la dimisión instantánea de un ministro por razones morales.
Lang, ministro de Cultura, se enteró durante la madrugada del martes del asesinato cometido por un hermano suyo, en Estrasburgo, del que fue víctima un cliente del café en el que se encontraban ambos. A primera hora de la mañana de ayer, según se supo después, Lang presentó la dimisión a Mitterrand, y anoche, el portavoz del palacio del Elíseo anunció que no había sido aceptada. El hermano asesino del ministro fue internado en un hospital psiquiátrico.
Lang, profesor universitario de Derecho, de 42 años de edad, se reveló ante el público como creador del Festival Mundial de Teatro de Nancy. Después fue director del Teatro Nacional Chaillot, creado y acreditado mundialmente por Jean Vilar y por el primer actor Gerard Philippe. Desde hace varios años era el delegado cultural del Partido Socialista (PS).
Dos delegaciones del Partido Socialista (PS) y del Partido Comunista francés (PCF), encabezadas por sus líderes, Lionel Jospin y Georges Marchais, intentaron en vano ayer concluir un acuerdo político, a partir de las propuestas presentadas por los socialistas, con el fin, esencialmente, de gobernar juntos tras las próximas elecciones legislativas. El tema de las nacionalizaciones en política interior, y la intervención soviética en Afganistán, que los comunistas han aprobado, fueron los temas de desacuerdo fundamental.
Los socialistas se muestran exigentes y dudan del supuesto cambio radical operado en el seno de los comunistas que, durante los últimos tres años, los han maltratado incesantemente. La víctima más o menos inmediata del descalabro del Partido Comunista francés sería Marchais.
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