Asesinado el representante de la OLP ante el Mercado Común
El representante de la Organización rara la Liberación de Palestina (OLP) ante la Comunidad Económica Europea (CEE), Naim Jader, de 41 años, fue asesinado ayer en Bruselas, a escasos metros de su domicilio y de la propia oficina de la OLP. Aunque portavoces de la organización palestina y de la Liga Arabe atribuyen el crimen a los servicios secretos israelíes, la policía belga no ha formulado aún ninguna hipótesis.El primer ministro israelí, Menájem Beguin, desmintió anoche que Israel sea el responsable del asesinato del representante de la OLP en Bruselas. «Jamás he escuchado su nombre», dijo Beguin, y agregó que el asesinato fue cometido por «un grupo disidente palestino».
Naim Jader era el principal artesano del difícil diálogo euroárabe y se había convertido, en los últimos dos años, en uno de los portavoces de la OLP más estimados en Europa. Tampoco el momento elegido para asesinarle puede pasar inadvertido: por primera vez en la historia y gracias en buena parte a la labor de Jader, euroreos y árabes preparan una reunión a nivel de ministros de Asuntos Exteriores con la participación de Jadumi, representante de la OLP.
Jader desempeñaba en la OLP un papel más peligroso para Israel que el de un combatiente en primera línea de fuego», declaró a EL PAIS el portavoz de la Liga Arabe en Bruselas, el tunecino Mohamed Benani. En efecto, este joven abogado palestino, nacido en Cisjordania. cristiano, casado con una belga, desplegó una intensa actividad desde que se hizo cargo, en 1976, de la oficina de la OLP en Bruselas, la primera que abrió en Europa la organización de Yasir Arafat. Jader supo atraerse la sincera admiración y amistad de numerosos políticos europeos, gracias a su actitud dialogante y a su moderación. Fue además un decidido partidario del diálogo con los judíos abiertos y logró, por ejemplo, traer a Bruselas a la abogada israelí Felicia Langer.
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El dirigente de la OLP Naim Jader era el hombre clave en la mediación europea en Oriente Próximo
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La decisión del Consejo Europeo celebrado el pasado verano en Venecia de estudiar «una iniciativa de los diez» para la paz en Oriente Próximo, partiendo del derecho a la autodeterminación del pueblo palestino y de la asociación a las negociaciones de la OLP, supuso el momento cumbre de Jader, que había abogado siempre por la reanudación del diálogo con Europa occidental, interrumpido en sus comienzos como consecuencia de los acuerdos de Camp David. Naim Kader estimaba que la mejor forma de hacer progresar la causa de la OLP en Europa era introducirla en las conversaciones entre los diez y a Liga Arabe, y su tesis demostró ser cierta.
Cuatro meses después de la declaración de Venecia, en noviembre de 1980, se celebró en Luxemburgo una reunión a nivel de secretarios de Estado entre la CEE y la Liga Arabe. Por parte de la Liga presidieron los debates los representantes de la organización palestina, de Qatar y de Omán. Aún no hace tres meses, el ministro de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, Klaus van der Klauw, cumpliendo el encargo de los diez, se entrevistó en Beirut con Arafat. Al lado del máximo dirigente palestino se encontraba Jader, cada día más influyente en el seno de la OLP.
El momento elegido por la Organización para la Liberación de Palestina para lanzar su ofensiva diplomática no puede ser mejor. Los europeos son conscientes de que una nueva guerra en Oriente Próximo significaría un desastre para sus intereses económicos (más del 20% de la factura anual de petróleo de la CEE procede de países miembros de la Liga Arabe, y más e el 50% de su aprovisionamiento, de los países del golfo Pérsico), saben que cualquier solución pasa por la del problema palestino y desconfían del futuro de los acuerdos de Camp David.
Impulsados por Francia y con la aprobación de la República Federal de Alemania, los diez han intentado dejar una puerta abierta al diálogo directo, aunque para ello han tenido que hacer frente a la actitud recelosa de Estados Unidos y del propio Egipto. Poco a poco, y aunque aún no se puede hablar de resultados concretos, la CEE y los países de la Liga Arabe -hostiles a la política norteamericana que pretende ignorar la existencia de la OLP- echan los cimientos de un contacto al más alto nivel que pondría sobre el tapete, en un bloque, cuestiones políticas y económicas.
A cambio del contrapeso que puede suponer la diplomacia europea en el conflicto árabe-israelí, y aunque unos y otros sepan que una solución definitiva implica la aprobación de Estados Unidos, único garante posible de un eventual acuerdo, los Estados árabes parecen dispuestos a estudiar la participación de los diez en sus propios planes de desarrollo. Europa occidental paga muy caro el petróleo, pero, al mismo tiempo, está aumentando sus exportaciones y quiere asegurarse el mercado árabe, al igual que la ayuda financiera de los monstruos del petrodólar.ç
Naim Jader, representante de la Organización para la Liberación de Palestina en Bélgica, es el octavo alto dirigente de la OLP que cae víctima de un atentado terrorista en los últimos diez años, señala la agencia Efe.
Anteriormente se produjeron los siguientes atentados:
- 8 de diciembre de 1972. Mahmud Hamchari, representante de la OLP en París, murió a consecuencia de una bomba colocada en su casa de la capital francesa.
- 25 de enero de 1973. El representante de la OLP en Chipre, Hussein Bachir Jeir, fallece en un atentado con bomba, cometido en su habitación de un hotel de Nicosia.
- 4 de enero de 1978. Said Hamani, responsable de la organización palestina en Londres, es abatido en la sede de la Liga Arabe de esa ciudad.
- 15 de junio de 1978. Ali Yasin, representante de la OLP en Kuwait, fue asesinado frente a su casa por un individuo que le disparó a quema ropa.
'- 3 de agosto de 1978. Ezedin Kalak, máximo representante de la OLP en París, es asesinado por dos hombres armados.
- 25 de julio de 1979.Se produce un atentado en París contra Zuheir Mohsen, jefe del departamento militar de la OLP.
- 15 de diciembre de 1979. Asesinados a tiros en Nicosia los dirigentes palestinos Samir Tukan e Ibrahim Breigehet. Poco antes había sido asesinado en Beirut el ex jefe de la seguridad de la OLP en la capital libanesa, Ali Hassan Salameh.
