Gabeiras: "Nuestra única, razón de ser es la defensa de la libertad de todos los españoles"

«Nuestra única razón de ser es la defensa de la libertad de todos los españoles», dijo ayer el jefe del Estado Mayor del Ejército, teniente general Gabeiras Montero, refiriéndose al papel de esta institución en el transcurso del acto de imposición de condecoraciones a diversos miembros del Ejército, celebrado en Madrid bajo la presidencia del ministro de Defensa, Alberto Oliart.

El teniente general Gabeiras hizo entrega en el patio de armas del palacio de Buenavista, sede del Cuartel General del Ejército, de la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo a cinco generales, así como la Gran Cruz de la Orden del Mérito Militar con distintivo blanco a otros siete generales entre ellos al general de división Fernando Esquivias, que el pasado año sufrió un atentado terrorista en Madrid, y a título póstumo, al general Briz Armengol, asesinado en Barcelona en otro atentado terrorista.Buena parte de las condecoraciones fueron entregadas a título póstumo y recogidas por las viudas de los condecorados asesinados en atentados terroristas, caso de los coroneles Eugenio Saracíbar y Diego Fernández Montes-Rojas, y los tenientes coroneles Lorenzo Motos, José María Urquizu y Miguel Garciarena y los comandantes Eugenio Lázaro y José Espinosa.

También fueron condecorados en el mismo acto numerosos civiles, jefes, oficiales y suboficiales del Ejército, y a cuatro funcionarios civiles al servicio de la Administración militar.

En el acto de entrega de condecoraciones, al que también asistieron el presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Ignacio Alfaro Arregui, y los jefes del Estado Mayor de la Armada y del Aire, hicieron uso de la palabra el teniente general Gabeiras, el ministro de Defensa y el condecorado general Fernando Esquivias, en nombre de todos sus compañeros.

El teniente general Gabeiras señaló también en su intervención que España será lo que los españoles queramos que sea, y los militares tenemos un concepto muy claro de ello, no en vano volcamos en este ideal nuestra firme y espiritual vocación, forjada en hábitos de disciplina y abnegación que nos llevan a la total entrega.