Indicios de desbloqueo en la actual crisis bélica entre Siria e Israel

El peligro de una guerra se aleja de Oriente Próximo. Aunque los elementos que permitirán solucionar el conflicto sirio-israelí no han sido divulgados, varios indicios concordantes permiten afirmar que la crisis ha sido desbloqueada.El Gobierno israelí tomó ayer en Jerusalén decisiones que, según fuentes generalmente bien informadas, contribuyen a desactivar la crisis. Al término de una reunión extraordinaria del Gabinete de dos horas de duración, Arieh Naor, portavoz gubernamental, aseguró que «las decisiones incrementan las posibilidades de llegar a una solución pacífica».

El balance provisional de los esfuerzos diplomáticos desarrollados por el emisario del presidente norteameriano, Reagan, Philip Habib, para evitar el estallido de un conflicto generalizado constituye, en opinión de los observadores israelíes, un éxito para Siria, Estados Unidos y la URSS, y un fracaso para Israel.

Se trata de un éxito para el régimen de Damasco, que ha conseguido romper su aislamiento en el mundo árabe e impuesto su concepto de la solución de la «crisis de los misiles», que descarta la reinstauración del anterior statu quo. A cambio de la retirada de los misiles SAM, Israel efectuará concesiones limitando la profundidad y frecuencia de sus incursiones en Líbano.

Acercamiento Damasco-Riad

El éxito norteamericano consiste en haber forzado un acercamiento entre los Gobiernos de Damasco y Riad y en la reanudación de sus contactos con el régimen sirio, prácticamente interrumpidos desde la firma del tratado de amistad y cooperación, firmado en octubre de 1980 entre Siria y la URSS.

Por primera vez, la Administración republicana consigue apuntarse un importante tanto en política exterior.

Por último, se trata también de un éxito soviético, ya que la Unión Soviética explicará a sus aliados en la zona que sin su apoyo decidido el régimen del presidente Hafez el Assad no habría podido resistir a las presiones conjuntas norteamericano-israelíes.

Para Israel, en cambio, la tensión se traduce por un cierto fracaso, al resultar disminuida su libertad de actuación en Líbano, al tiempo que se debilitará su influencia ante los cristianos del norte libanés, al no estar ya en condiciones de brindarles ayuda en caso de ataque sirio.

Si existe un cierto optimismo en Israel por haber logrado evitar una guerra, éste se acompaña de un cierto pesimismo, ya que se considera que el Estado hebreo ha efectuado demasiadas concesiones para salvaguardar la paz, una paz sobre la que no hay excesivas garantías de que sea duradera.