Juzgadas dos presuntas colaboradoras en el secuestro de Javier Rupérez

Acusadas de colaborar en el secuestro del diputado de UCD Javier Rupérez, efectuado por un comando de ETA Político-militar, el 11 de noviembre de 1979, en Madrid, compare cieron ayer ante la Audiencia Nacional Françoise Marhuenda, de nacionalidad francesa, y Begoña Aurteneche, de 56 años, para las que el fiscal solicita penas de veintiséis años, y de cinco años, cuatro meses y un día respectivamente.

Según el fiscal, la procesada Françoise Marhuenda realizó acciones de vigilancia e información al servicio del comando que secuestró a Rupérez, mientras que la procesada Begoña Aurteneche facilitó el chalet, situado en la localidad abulense de Hoyo de Pinares, en el que permaneció secuestrado el diputado de UCD hasta el día 12 de diciembre, en que fue liberado en el kilómetro 233 de la carretera Madrid-Burgos.En el interrogatorio, Françoise Marhuenda manifestó que recibió órdenes de recabar información sobre Rupérez y de haber alquilado un pisó en Madrid, pero negó que hubiese participado directamente en el secuestro. Por su parte, Begoña Aurteneche declaró, entre sollozos y en un estado de agitación nerviosa notable, que conoció en el paseo del Prado a un tal Ión, que luego resultó ser Arnaldo Otegui, componente del comando que recuestró a Rupérez, al que alojó en su domicilio durante tres meses, y al que también, prestó las llaves de su coche y de su chalet en Hoyo de Pinares, sin saber que pertenecía a ETA ni nada relaciona do con el secuestro. Manifestó también que en la comisaría sufrió torturas y amenazas, que llevaba separada de su marido hacía muchos años y que se encariñó mucho con Ión, sin saber quién era.

Como testigo declaró Javier Rupérez, quien narró su secuestro, afirmando que no pudo ver la cara de la mujer que acompañaba a los otros dos miembros del comando. «No reclamo nada a mis secuestradores en este momento», manifestó el diputado, quien añadió que, a pesar de las amenazas de muerte y de la privación de libertad que padeció, el trato de los secuestradores fue correcto.

La defensa, a cargo del diputado de Euskadiko Ezkerra Juan María Bandrés, pidió para Françoise Marhuenda la pena de seis meses y un día por colaboración con bandas armadas, y para Begoña Aurteneche la libre absolución, por entender que no ha cometido ningún delito