Aprobados los primeros catorce artículos de la ley de Reglamento del Congreso

La Comisión de Reglamento del Congreso de los Diputados, que preside el titular de la Cámara, Landelino Lavilla, dictaminó ayer los primeros catorce artículos del proyecto de ley del reglamento definitivo de la Cámara, informa Europa Press.Los cinco primeros se refieren a la sesión constitutiva del Congreso tras las elecciones generales, y en ellos se dice, entre otras cosas, que en el plazo de quince días siguientes a la sesión constitutiva tendrá lugar la solemne sesión de apertura de la legislatura.

Los nueve artículos siguientes se refieren a los derechos de los diputados y a sus prerrogativas parlamentarias. En el artículo seis se ha introducido una modificación relativa a que las peticiones de información a la Administración pública se realizarán a través del presidente del Congreso, y dicha Administración podrá negarse en el plazo de treinta días, por razones motivadas.

En el artículo siete se establece que los diputados percibirán una asignación económica que les permite cumplir eficaz y dignamente su función; tendrán derecho a las ayudas franquicias necesarias y otros gastos indispensables a tal efecto. Todas las percepciones de los diputados estarán sujetas a las normas tributarias de carácter general.

En lo que se refiere a la inmunidad de los parlamentarios, contemplada en el artículo diez, se ha introducido una enmienda destinada a suprimir el párrafo que extendía dicha inmunidad a aquellas actuaciones judiciales que estuvieran en marcha en el momento en que el diputado accediera a la condición de tal.

Por su parte, el Comité Central del Partido Comunista de Andalucía ha manifestado, en un comunicado hecho público ayer, su oposición a las nuevas normas reglamentarias para la constitución de grupos parlamentarios en el Congreso de los Diputados, informa El PCA considera inaceptable los intentos de restringir la representatividad de las formaciones políticas regionalistas y nacionalistas en base a procedimientos que, además de ser antidemocráticos, «provocarían un radicalismo nacionalista que distorsionaría gravemente la construcción del Estado de las autonomías».