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El voto de jóvenes y mujeres puede decidir la Presidencia

Siete millones de franceses menores de veintiséis años votarán por primera vez en una elección presidencial y, en parte, decidirán el resultado final. Todas las categorías sociales, las mujeres en primer lugar, debido a su cuantía, han sido «tocadas» por la política. Los futbolistas votarán por Giscard d'Estaing en su mayoría.

¿Cuántos jóvenes van a votar y cuántos por el presidente candidato Valéry Giscard d'Estaing o por el candidato socialista François Mitterrand? Este interrogante es una de las claves del resultado del próximo domingo. Cerca de siete millones de jóvenes galos pueden intervenir por primera vez en la elección del presidente de la República, ya que fue Giscard d'Estaing quien legalizó la mayoría de edad a los dieciocho años. El 70% de esta importante masa de electores afirma no interesarse por la política, pero el 53% se confiesa sensibilizado por la elección presidencial. En tiempos del candidato y cómico Coluche, el 14% eran sus «forofos» y, dato esencial, casi la mitad del paro en Francia (1.600.000 personas sin empleo) se nutre de estos jóvenes. Todos esos datos pesarán a la hora de su decisión.Giscard d'Estaing abrió su campaña con un mitin dedicado a la juventud, y dice que su eventual segundo septenato será «el de la, juventud y el del empleo» en este sector.

Mitterrand no se ha dirigido a ellos como a una clase social específica. El último sondeo conocido, sobre sus intenciones de voto, dice que el 57% son mitterranistas, y el 43 %, giscardianos.

El 52% del cuerpo electoral galo es femenino. Giscard, como Mitterrand, se lo han ofrecido todo a las mujeres: guarderías infantiles, igualdad profesional, defensa de los derechos de las mujeres, ley antisexista, pacto para el empleo, más representantes femeninas en la función pública, información televisada sobre la contracepción...

El peso de las confesiones religiosas

La Iglesia, en Francia, ha respetado el pluralismo político y no ha intervenido en el debate electoral. Pero monseñor Etchegaray, presidente de la Conferencia Episcopal, lanzó un llamamiento muy matizado en el que subrayaba la importancia de las realidades políticas y la luz que sobre esas realidades puede aportar la fe cristiana.Francia es una república laica, pero el 80% de sus habitantes son católicos. La comunidad israelita contabiliza cerca de un millón de personas. Por eso el peso de las diversas confesiones en la elección no puede pasar inadvertido para los dos candidatos. La escuela libre ha sido una de las mayores preocupaciones de la campaña. Dos millones de jóvenes estudian en colegios privados, católicos todos ellos. Mitterrand, partidario de la enseñanza pública, ha hecho «encaje de bolillos» para reafirmar sus convicciones y, paralelamente, tranquilizar a los católicos interesados en la escuela privada. A pesar de que garantiza «una negociación», los responsables de la enseñanza católica consideran que la elección del candidato socialista «conlleva un peligro de nacionalización». La política proárabe de Giscard d'Estaing pudiera restarle votos entre la colonia judía. Una de estas organizaciones, Renovación Judía, ha dado consignas en favor de Mitterrand.

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Por primera vez, las minorías homosexuales intervienen en las presidenciales. Hace pocas semanas, una manifestación de 15.000 homosexuales y lesbianas (sin precedentes en lo cuantitativo) desfiló por las calles de París para solicitar la derogación de todas las leyes discriminatorias, en particular un artículo del Código Penal que condena las relaciones homosexuales con los menores de dieciocho años, mientras que la heterosexualidad sólo es culpable con menores de quince años.

Sobre estos temas, el mismo cuestionario fue enviado a Giscard y a Mitterrand por el Comité de Urgencia Antirrepresión Homosexual (Cuarh), que afirma representar a grupos en treinta ciudades francesas. Giscard d'Estaing no respondió y el Cuarh solicita el voto a favor de Mitterrand.

Así como los intelectuales y artistas no dudan en manifestar públicamente sus preferencias políticas, el mundo del deporte es más cauto. Muy pocos «ídolos» dicen lo que piensan, pero un estudio reciente revela que el 60% de los futbolistas galos está decidido a ofrecerle su sufragio a Giscard d"Estaing.

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