Las fiestas de San Isidro serán las "más musicales" de toda su historia

Parece indudable que el Ayuntamiento madrileño no quiere que se repita el fracaso de las fiestas de San Isidro del año anterior, las primeras que fueron organizadas -mal- por la nueva Corporación democrática. Este año, la Delegación de Cultura municipal anuncia a bombo y platillo, entre otros muchos festejos, la actuación en Madrid de grandes figuras de la música de todos los estilos, desde la avalancha de soul, que representa Tina Turner, al intimismo de Luis Eduardo Aute, pasando por los ganadores del último festival de Eurovisión, los británicos Bucks Fizz.

A la oposición, capitaneada por el concejal de UCD José María Alvarez del Manzano, no le gusta demasiado tal derroche musical, sobre todo porque la contratación de tantas figuras supone un gasto apreciable, reconocido por otra parte por la mayoría de izquierdas, que sostiene que quien algo quiere, algo le cuesta. Así, Tina Turner exige no sólo el pago en metálico por su actuación, sino estar bien surtida de champaña francés Dom Perignon (36.000 pesetas), para refrescarse la garganta al terminar, un coche de marca superior al Pontiac o al BMV para sus desplazamientos, con chófer incluido, por supuesto, y habitaciones exclusivas en el mejor hotel de la ciudad.El presupuesto total para las fiestas de San Isidro se pone así en los cincuenta millones largos de pesetas, aunque la mayor parte no se destinarán al programa de actuaciones musicales, sino a los festejos verbeneros, pasacalles, orquestas en los barrios y actividades culturales y festivas.

En cualquier caso, el.Ayuntamiento anuncia con satisfacción que durante la semana del 9 al 17 de mayo, Madrid será virtualmente la capital mundial de la música. Y «no es una exageración», remacha la nota enviada por la Delegación de Cultura, a cuyo concejal, Enrique Moral, hay que agradecer que el conjunto del programa que se ofrecerá en Madrid se entienda como dedicado «a la promoción cultural». Enrique Moral afirma implícitamente que también la música rock, salsera, soul, de cantautor, etcétera, forma parte de la cultura de una ciudad en la que junto a amantes de la denominada buena música, zarzuela o clásica, que también la habrá, existen miles de seguidores, jóvenes en su mayor parte, reconocidos así también como ciudadanos de primera clase en cuanto se refiere a sus gustos auditivos.

Actuaciones por todo lo alto

En la carpa instalada en el cuartel del Conde Duque se ofrecerán conciertos de música clásica y piezas zarzueleras, siempre por las tardes. A continuación, hasta bien entrada la noche, la carpa acogerá a los aficionados al jazz, blues y folk, con actuaciones de gente como Tete Montoliu, Dizzy Gillespie o Baden Powell.En una segunda carpa, instalada en el paseo de coches del Buen Retiro, un lugar relajante, de los que ofrecen mayores posibilidades en Madrid, actuarán grupos-espectáculo, como la muy en auge Orquesta Mondragón, la Orquesta Platería o la Salseta del Poble Sec, junto a Gato Pérez, los Sírex o Nuestro Pequeño Mundo.

El grueso de los conciertos tendrá su escenario en el Palacio de los Deportes, que por sus grandes dimensiones permitirá audiencias más amplias. Por las mañanas, la fiesta está dedicada a los niños, que se supone que disfrutarán con las evoluciones y brincos de Teresa Rabal y una serie de infantes-cantantes, como Botones, Nins, Regaliz, y toda una legión de imprescindibles payasos. Por las tardes, nuevo cambio de ambiente: Chubby Checker -el rey del twist-, el rock campestre de Sleepy la Beef, los ganadores de Eurovisión, Bucks Fizz, que hacen su debú en Madrid, y muchos ídolos juveniles nacionales: Pecos, Antonio, Mamá, Secretos, Burning, Topo, Pekenikes y Salvajes,

A partir de las 22.30 horas, el escenario está reservado a los grandes solistas, asimismo representantes de muy variados estilos: Tina Turner, Gloria Gaynor, Isaac Hayes, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Paco Ibáñez, Luis Eduardo Aute, Joan Baptista Humet, Alberto Cortez o Bobby Vinton. Está previsto igualmente un festival flamenco y una velada dedicada al ballet de Antonio Gades.