Aumenta la tensión bélica en la frontera entre Argelia y Marruecos

Efectivos terrestres y aéreos pertenecientes a la Tercera Región Militar argelina, que cubre las regiones sensibles de Bechar y Tinduf, fronterizas con Marruecos, han realizado esta semana una serie de maniobras militares en presencia del presidente Chadli Bendjedid, anunció ayer la agencia oficial de Prensa argelina. La estancia del jefe del Estado argelino en esa zona se produce pocos días después de que insistentes rumores señalaran que tropas marroquíes rebasaron los limites fronterizos de Argelia, en esa región, en persecución del Frente Polisario, retrocediendo rápidamente a sus bases del sur de Marruecos.

La Tercera Región Militar argelina, basada en la localidad de Bechar y dirigida por el teniente coronel Jaled Nezzar, tiene la responsabilidad de la franja fronteriza con Marruecos más sensible, en función de la existencia de campos de refugiados saharauis, hospitales, escuelas y otras instalaciones del Frente Polisario, localizadas en buena parte en el interior del territorio del Sahara occidental, cercano a la población argelina de Tinduf.Las maniobras militares realizadas por el Ejército y la aviación argelinas en esa región son consideradas como una acción rutinaria, dada la tensión existente entre Argelia y Marruecos, pero el hecho de que hayan sido efectuadas en presencia del presidente argelino y la importancia que dedican a la noticia los medios informativos argelinos permiten suponer que éstas son un acto deliberado de despliegue de fuerzas hecho por Argel ante la eventualidad de un conflicto directo con Marruecos.

Las autoridades marroquíes han desmentido oficialmente que hubiera surgido un incidente armado entre tropas de ese país y argelinas en el interior del territorio argelino. El rey Hassan II, en un mensaje dirigido al secretario general de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, con motivo del ataque realizado por el Polisario el 16 de abril a la guarnición de Sidi-Amara, en pleno sur del reino alauí, había señalado que, «no obstante hallarse en situación de legítima defensa, las fuerzas marroquíes no perseguirían a los agresores hasta su refugio...».

¿Qué significado hay que dar, en este contexto, al innegable ruido de botas que puede percibirse actualmente de un lado y otro de la frontera argelino-marroquí? Los medios diplomáticos occidentales de Argel relacionan los nuevos indicios de tensión entre Argel y Rabat con la visita hecha a las dos capitales por un enviado personal del presidente norteamericano, Ronald Reagan, el general Wernon Walters, antiguo director adjunto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y experto en temas militares.

Algunos analistas occidentales no ocultan que sus respectivos gobiernos han forjado el «escenario teórico» de un conflicto limitado entre las fuerzas marroquíes y argelinas a partir de la hipótesis consistente en una acción de castigo de las primeras contra los campos de refugiados saharauis instalados en la periferia de Tinduf y una inmediata respuesta argelina.

Esquema de guerra limitada en el Sahara

Ese escenario ha sido trazado en base a las coordenadas siguientes: un ataque marroquí y un contraataque argelino, ambos de carácter limitado, una mediación de la Liga Arabe y otros organismos internaciones, y la congelación rápida de una guerra prolongada entre los dos países vecinos, que parece no interesar a nadie.El anterior esquema, por teórico que sea, haría abstracción del gran volumen de capacidad preventiva de que dispone Argelia, basándose, esencialmente, en el convencimiento de que ni Estados Unidos ni la Unión Soviética están interesados, por motivos de sus estrategias político-económicas, en que degenere el hipotético conflicto hacia dimensiones mayores de consecuencias imprevisibles.