¿Poseídos por el diablo?
He leído con vergüenza de hombre del siglo XX las declaraciones tridentinas de Corrado Balducci, «experto vaticano en posesiones diabólicas», que se publicaron en EL PAIS del jueves 9 de abril.Balducci comienza diciéndonos que en Italia hay en estos momentos unos 15.000 casos, de los que sólo diez son auténticos, de «posesión diabólica»; y uno que, en su ateísmo militante, no cree en tales cosas, se pregunta si dicho señor se refiere, entre esos 15.000 casos, a todas aquellas personas que en Italia están verdaderamente hartas y manifiestan su rebeldía en forma de «endemoniado- neutórico-epiléptico», sobre lo que el doctor R. D. Laing podría hablar, ya que es gran conocedor de las relaciones entre esquizofrenla y la presión social; o si, por el contrario, se refiere Balducci a los rojos, seres molestos de toda la vida, que se sabe positivamente que están en contubernio con el diablo.
Aunque cuando afirma el interpelado que los verdaderos casos, admitidos por la Iglesia, de posesión diabólica son sólo diez, me veo tentado de pensar que, a lo mejor, el prelado se refiere al diputado Panella, a la diputada María A. Macciocchi o alguno de esos que anda fastidiando a las sacrosantas instituciones.
Pero llego al colmo del delirio cuando leo el ceremonial a que someten a una joven de dieciocho años, para expulsarla del cuerpo, nada más y nada menos, que la friolera de diez demonios(!!). i Pobre juventud!, siempre se lleva todas las ... bofetadas -santas, por supuesto- de la Iglesia./
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