Las dos muertes del domingo elevan peligrosamente la tensión en el Ulster
Dos jóvenes católicos murieron el domingo en la ciudad norirlandesa de Derry, arrollados por un Land Rover del Ejército británico, durante una de las violentas manifestaciones que se han desatado este fin de semana en el Ulster. La tensión aumenta con el deterioro de la salud de Bobby Sands, diputado, preso y miembro del IRA Provisional (Ejército Republicano Irlandés), quien ayer, en el 51º día de su huelga de hambre, recibió en la cárcel de Maze (Belfast) la visita de tres diputados de la República de Irlanda.
Niel Blainey, John O'Connell y Sile de Valera, diputados del Eire en el Parlamento Europeo, estuvieron más de una hora con Sands, y a su vuelta a Dublín, en una conferencia de Prensa, solicitaron una urgente entrevista con la primera ministra británica, Margaret Thatcher. Precisaron que Sands, a pesar de su preocupante estado, conservaba toda su lucidez mental y estaba decidido a morir si era necesario en su lucha por lograr un estatuto político para los presos republicanos norirlandeses. Sands recibió el sábado la extremaunción, pero se espera que sea trasladado a un hospital de Belfast antes de llegar a un estado verdaderamente crítico.La visita de los diputados irlandeses ha enfurecido a los líderes protestantes del Ulster, pues viene a significar que diputados extranjeros han sido autorizados a interferir en un asunto interno británico.
Los diputados irlandeses, apoyados por su primer ministro, Charles Haughey, y por el cardenal primado de Irlanda, Thomas O'Fiaich, quieren que el Gobierno británico adopte una actitud más flexible y autorice a los presos por delitos terroristas en Irlanda del Norte a llevar ropa propia y no hacer trabajos obligatorios en las prisiones del Ulster, algo que, «por motivos de seguridad», está en vigor en la cárcel de Port Laiose, donde están concentrados los presos condenados por terrorismo en el Eire.
En una atmósfera cargada por la huelga de hambre de Sands y otros tres presos republicanos, que posteriormente se le sumaron, y por la celebración el domingo del 65º aniversario del levantamiento de 1916, este fin de semana se produjeron violentos enfrentamientos entre católicos y republicanos, por una parte, y Ejército y policía, por otra.
El domingo, en la quinta noche consecutiva de incendios, tiros con balas de goma y cócteles molotov, en una manifestación en Derry, un Land Rover del Ejército cargó contra una muchedumbre de doscientas personas para dispersarlas, resultando muertos dos jóvenes católicos.
Ese mismo día había tenido lugar una gran parada ante el cementerio católico de Belfast, donde tres enmascarados, representando al IRA Provisional, dispararon salvas con sus pistolas. En este mitin, un portavoz del Sinn Fein Provisional, rama política oficiosa del IRA Provisional, declaró que si Sands llegaba a morir se desataría una violencia comparada con la cual la vista hasta ahora resultaría como «una reunión para tomar el té en el palacio de Buckingham». Ayer, a la,hora de redactar esta crónica, se había vuelto a desatar una nueva ola de violencia en diversos barrios católicos de Belfast y Derry, con barricadas, coches y autobuses incendiados y un ejército y una policía disparando con balas de goma. Una escena que se está convirtiendo en usual.
Editorial en página 8
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