Pujol: "Nadie podrá negar nuestro sentido del Estado y de España"

«Habremos tenido fallos, pero nadie podrá negar nuestro sentido del Estado y nuestra disponibilidad hacia cuanto representase la consolidación y el progreso de España», manifestó el presidente de la Generalidad de Cataluña, Jordi Pujol, en una entrevista concedida a la agencia Efe, en donde contesta a las graves acusaciones que le hizo el ex presidente Josep Tarradellas

Entre otras cosas, Pujol afirma que no es cierto que prohibiera a Tarradellas decir « Visca España» al final de su discurso en un acto oficial. Pujol indica que no desea entrar en polémica sobre el contenido de las manifestaciones de Tarradellas, pero dice que tiene «la ineludible obligación de dar respuesta a lo que el ex presidente afirma» sobre la supuesta prohibición.La afirmación de Tarradellas es falsa «y el ex presidente lo sabe muy bien». En su versión, el presidente Pujol afirma que no es exacta, «en primer lugar, porque no me lo consultó. Me envió su discurso sin más, y tal como lo pronunció. Yo le envié el mío. No le di mi opinión, entre otras cosas porque desde el 28 de abril, por más lamentable que sea reconocerlo, Tarradellas se negaba a hablar conmigo».

«En cuanto a mí, no tengo por costumbre terminar mis discursos de presidente con un viva, ni a España ni a Cataluña. Tampoco suelen hacerlo los restantes políticos españoles y nadie se sorpende».

«Sin ir más lejos, el propio ex presidente Tarradellas, el día 10 de abril de 1980, no siendo todavía yo presidente, sino simple diputado y, por tanto, sin ninguna posibilidad de intervención en el tema, él finalizó su discurso en la sesión de constitución del Parlamento de Cataluña con un Visca Catalunya, sin más. Basta consultar el diario de sesiones del Parlamento para comprobarlo. No gritó "Visca España". En cambio, yo finalizo muchos de mis discursos en actos de inauguración o de mis brindis con una referencia a Cataluña y a España. El mismo día de mi toma de posesión dediqué mi brindis a Cataluña y a España. Exactamente brindé "por Cataluña, por las comunidades autónomas y por España"».

A una pregunta sobre si cree que los objetivos de la carta de Tarradellas son desestabilizadores, Pujol responde: «Mire usted: los objetivos ya los valorará su autor, pero a mí, como presidente de la Generalidad, lo que me corresponde es hacer una política de construcción de realidades una política que busque la convivencia, que tienda puentes de diálogo entre Cataluña y el resto de España, en vez de sembrar cizaña y de indisponer a unos contra otros».

«Dicho esto, creo que de todas formas es evidente que el objetivo de la carta no es convencer a su destinatario ni a la opinión pública catalana, sino influir en el ánimo de la de fuera de Cataluña y, sobre todo, en el de algunos

Finalmente, preguntado sobre la conveniencia de presentar mejor la realidad de Cataluña al resto de España, el presidente de la Generalidad dice: «Lo hemos estado haciendo y hasta hace dos o tres meses parecía que nuestra política era bien valorada en el resto de España. Hasta hace dos meses, la ejecutoria positiva y estabilizadora de Cataluña fue casi unánimemente reconocida. Y la verdad es que nosotros no hemos cambiado».

«Y nos gustaría que, además de verificar estas inexactitudes referentes a la situación dentro de Cataluña -con lo cual Cataluña ya saldría ganando mucho-, se recordara cuál ha sido nuestra política española desde hace muchos años».

«Habremos tenido fallos, pero nadie podrá negar nuestro sentido del Estado y nuestra disponibilidad hacia todo cuanto representase la consolidación y el progreso de España. Nadie lo podrá negar».