Sobre el divorcio y la postura de la Iglesia
El tema está en el tapete: el divorcio. Me permito dirigirme a usted con una simple apreciación.El contraer matrimonio o no contraerlo es un asunto libre; nadie debe ser coaccionado. De hecho, si alguien se casó sin libertad, coaccionado, aquel. matrimonio no existió, es nulo.
Igual pasa con otro tema que ampara el derecho de familia: la adopción. El adoptar hijos de otro o no adoptarlos es un asunto libre; no puede ser nadie obligado. Pero, una vez decidido el sí, una vez realizada la adopción, aquella decisión es irrevocable. No se puede uno volver atrás por ningún motivo. ¿Por qué? Normal, para evitar abusos, para evitar que el hombre -tan infiel a veces a sus propias decisiones- pueda perjudicar a otros al cambiar de parecer. En la adopción sucede así. ¿Por qué no en el matrimonio? También el hombre perjudica a otros al romper su matrimonio.
Encuentro que debían de medirse las dos situaciones con la misma medida./
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