_
_
_
_

Cien "boinas verdes" norteamaricanos llegan a Liberia para apoyar al régimen militar de Doe

Unos cien boinas verdes norteamericanos llegados el viernes a Liberia participarán durante un mes en unas maniobras militares en plena jungla, en la primera acción norteamericana de este tipo en Africa en los últimos diez años. Mañana es esperado también el destructor estadounidense Thorn.

La mayor parte de ellos permanecerán en Monrovia como consejeros del Ejército liberiano. Se trata del primer gesto concreto norteamericano desde la entrada en funciones del presidente Ronald Reagan, con el cual se pretende marcar una mayor implicación directa en los asuntos internacionales y en particular los africanos.El envío de asesores militares estadounidenses fue decidido por Washington y, prácticamente, impuesto al Gobierno liberiano, después de que circularan rumores de una cierta presencia de cubanos.

Aunque esos rumores no fueron confirmados, lo que sí es cierto es el intento de Libia por obtener una influencia en esa región del continente negro a cambio de una sustancial ayuda financiera. Esa presencia libia se tradujo en la apertura, el mes de diciembre de 1980, de una «oficina popular» (embajada) en Monrovia.

Resulta, sin embargo, difícil creer que estas acciones corresponden a una inclinación ideológica cualquiera de parte de los militares liberianos. Si en época del presidente. Tolbert la corrupción era una componente estructural del régimen, desde que el sargento Samuel Kany Nyon Doe tomara el poder.

No sólo persiste la corrupción y la inseguridad ciudadana ha alcanzado cotas difícilmente comprensibles en Occidente, sino que se han acentuado las rivalidades tribales. Lo paradójico es que todo ello ocurre en nombre de una supuesta «revolución de los sargentos», que se supone habría de acabar con todos esos males.

Para los extranjeros en particular, la seguridad es una obsesión angustiante. Cada local público, cada restaurante o cada bar, tiene su propio encargado de protegerle, que habitualmente suele ser el policía o el sargento del barrio, que hace este menester a cambio de una cena, unas copas o unas monedas.

Estados Unidos, que desde hace más de un siglo tiene en Liberia una especie de provincia negra africana, teme, probablemente con razón, que el caos y la corrupción imperantes lleven a una revolución que haga de Liberia una nueva base soviética en Africa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_