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Intento frustrado de quemar la concatedral de Vigo

Una o varias personas desconocidas entraron en la noche del miércoles en la iglesia concatedral de Vigo y, tras profanar el sagrario, hicieron una gran hoguera en la sacristía, a la que arrojaron un copón y un centenar de obleas. Al parecer, por los vestigios dejados en el templo, la intención de los asaltantes podría haber sido incendiar toda la iglesia, pero la falta de tiro de aire en el interior permitió que se consumiesen las llamas sin propagarse el resto del material combustible.La hoguera resultó de grandes dimensiones y en ella se emplearon sillas, mesas y papeles. Al parecer, se prendió fuego a estos enseres con una vela del templo. Según comprobaciones posteriores, todo parece indicar que el fuego se mantuvo activo durante bastante tiempo.

El atentado fue descubierto por el vicario episcopal y el empleado del templo cuando entraron en la sacristía ayer por la mañana para prepararse para la misa de las ocho, y se encontraron con aquella dependencia completamente llena de un densísimo humo.

Según responsables del templo, la persona o personas que entraron en la iglesia por la noche podrían haberse introducido durante el día en la casa rectoral, puesto que de allí tomaron las llaves de la sacristía. Decenas de personas habían entrado ese día en las dependencias de¡ rectorado y alguna de ellas podría haberse escondido hasta la noche. Una vez obtenidas las llaves en el despacho parroquial, próximo a la iglesia, pudieron introducirse en la sacristía y acceder a todas las dependencias del templo, puesto que cada llave del manojo conseguido iba marcada con el nombre de las distintas dependencias.

Es posible que en la oscuridad, el asaltante, o uno de ellos si hubiesen sido varios, se hiriese, puesto que apareció un reguero de sangre, unas toallas también manchadas y una camisa, presumiblemente utilizada como torniquete para contener la hemorragia.

Los daños causados en el templo se han estimado en unas 200.000 pesetas, puesto que nada ha sido robado en el asalto. Esta es la segunda vez que ocurre algo similar en la iglesia concatedral de Santa María la Mayor, de Vigo, y se da la circunstancia de que en ninguno de los dos casos el motivo del asalto ha sido el robo.

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