Nuevo asesinato de un policía nacional en el País Vasco
Menos de veinte horas después del atentado que costó la vida al policía Vicente Sánchez, un comando integrado por cinco personas, entre las que figuraba una mujer joven, asesinó ayer en Bilbao al también policía nacional Francisco Francés Garzón, de veintiocho años, e hirió a otros dos agentes, en una emboscada tendida contra las dotaciones de dos coches patrulla que procedían a instalar un control en una de las carreteras de acceso al centro de la ciudad.
Poco después de mediodía, el ministro del Interior, Juan José Rosón, acompañado por el general Sáenz de Santamaría y otras autoridades, presidió el funeral conjunto celebrado en los acuartelamientos de Basauri en memoria de los dos policías asesinados en Vizcaya en las últimas horas.
Francisco Francés, natural de Sevilla, pertenecía a la 19ª Compañía de la Reserva General de la Policía Nacional, con base en Granada, trasladada hace apenas una semana al País Vasco. Hacia las siete de la mañana de ayer, en un Bilbao cubierto por una densísima niebla, el policía asesinado, junto con otros siete compañeros pertenecientes a las dotaciones de dos coches Z, llegaba al puente existente sobre el túnel de Begoña, a la entrada de la ciudad, donde se disponían a instalar un control. Apenas descendieron de sus vehículos para colocar las señales indicativas correspondientes, los policías fueron tiroteados desde una carretera lateral, a una distancia de unos sesenta metros, por cinco jóvenes que salieron de una furgoneta Avia aparcada en dicho lugar.
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Otro policía nacional asesinado y dos heridos en Vizcaya
Viene de primera páginaLos disparos, efectuados con fusiles Cetme, metralletas y escopetas de postas, alcanzaron a Francisco Francés, Antonio Muñoz y Antonio Prado. El resto de los componentes de las dotaciones de los dos vehículos policiales intentó repeler la agresión, pero la furgoneta desapareció rápidamente. La huida se vio probablemente favorecida por la intensa niebla.
Los tres policías heridos fue ron inmediatamente trasladados por sus propios compañeros a la clínica de la Virgen Blanca, situada apenas a trescientos metro del lugar del atentado. En es mismo centro sanitario fue atendido hace tres meses el teniente coronel Romeo Rotaeche, fallecido el pasado día 21 tras un atentado terrorista registrado 48 horas antes de la salida de la basílica de nuestra señora de Begoña, muy próxima al puente sobre el que se produjo el ametrallamiento de ayer.
Francisco Francés ingresó en el mencionado centro médico en estado agónico. El parte precisa que falleció de paro cardíaco ocasionado por las heridas sufridas en ambos muslos, con desgarro de partes blandas. A Antonio Muñoz Muñoz se le apreció herida por metralla en tórax y hombro derecho, de pronóstico reservado, y Antonio Prado Martín, herida en cara posterior del muslo izquierdo, de pronóstico leve.
La furgoneta utilizada por los agresores, propiedad de la empresa Limpiezas Villar, había sido robada en el vecino barrio de Santuchu veinticinco minutos antes del atentado. Su conductor fue abandonado maniatado en las cercanías del lugar poco después de las siete de la mañana.
Tras realizársele la autopsia en el depósito del Hospital Civil de Basurto, el cadáver de Francisco Francés fue trasladado al cuartel de la Policía Nacional de Basauri, en una de cuyas dependencias había ya sido instalada la capilla ardiente con los restos del policía asesinado la víspera en Baracaldo. Pocos minutos después, ambos féretros eran colocados en el patio de armas del cuartel, donde se celebró el funeral de cuerpo presente.
Una compañía de la Policía Nacional y una sección de la Guardia Civil se mantuvieron formados durante toda la ceremonia a uno y otro lado de los féretros. La banda de música del regimiento de Infantería de Garellano interpretó varias marchas militares. Entre las personalidades asistentes figuraban el ministro del Interior, Juan José Rosón; el delegado en la comunidad autónoma, Marcelino Oreja; el general inspector de la Policía Nacional, general Saénz de Santamaría; el diputado general de Vizcaya, José María Makua.
Los restos mortales de Francisco Francés, natural de Sevilla, fueron trasladados ayer tarde a la capital andaluza. La capilla ardiente fue instalada en las dependencias del cuartel general de la Policía Nacional, en el barrio de los Remedios, acudiendo durante toda la jornada las autoridades civiles y militares a manifestar su pésame. Hoy, por la mañana, será enterrado en el cementerio de San Fernando.
Por su parte, el cadáver del otro policía asesinado fue trasladado a Salamanca, su provincia natal, donde recibirá sepultura.
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