Un prisionero del IRA, en huelga de hambre, candidato hoy a una elección en el Ulster

En el plácido paisaje de Irlanda del Norte, pero en una de las zonas más dañadas por el terrorismo, los electores del distrito de Fermanagh (South Tyrone) van hoy a las urnas para elegir a su diputado en la Cámara de los Comunes. La alternativa que se les presenta en esta polémica elección parcial, que ha despertado interés internacional y preocupación en el Gobierno británico, es votar por un preso del Ejército Republicano irlandés (IRA provisional) en huelga de hambre; o por un protestante al viejo estilo.Nueve candidatos, entre ellos la antigua diputada en el Parlamento de Londres y activista católica Bernadette DevIin, han retirado sus candidaturas para dejar paso a Bobby Sands, provisional del IRA, de veintisiete años de edad, condenado a catorce años de prisión por tenencia ilícita de armas. Sands lleva desde el 1 de marzo en huelga de hambre en la cárcel de Long Kesh, para presionar por un estatuto político para los presos republicanos del Ulster. El Gobierno británico no le ha autorizado el acceso a la Prensa ni a la Televisión. Su contendiente, Harry West, de 63 años de edad, y candidato por el Partido Unionista Oficial, es un granjero adinerado, antiguo ministro de Agricultura en el difunto Parlamento de Irlanda del Norte.

Aunque las relaciones entre católicos y protestantes, o entre republicanos y lealistas, están pasando por un difícil momento, no es fácil predecir quién ganará estos comicios en un distrito electoral que cuenta con una mayoría de 6.000 votos católicos. Harry West necesita para ganar la abstención de una proporción significativa de la población católica, abstención que han pedido algunos líderes católicos.

La campaña de Bobby Sands se ha basado en el lema «no dejarle morir», aunque no está claro qué pasará si gana, pese a que las fuentes republicanas insisten en que seguirá adelante con su huelga de hambre.

Sands no podrá ser diputado, pero el Parlamento de Londres se verá obligado a discutir la cuestión de los presos republicanos, condenados por tribunales especiales sin jurado, con el consiguiente embarazo para el Gobierno británico. Sands dimitiría antes de que se le descalificara, provocando así una nueva elección parcial. Para entonces ya podría estar muerto.

Pérdida de credibilidad

Los resultados finales no se sabrán hasta el viernes. No es probable que Sands gane, dado el anticlímax general en que vive la región tras el fracaso de la última huelga de hambre y la relativa pérdida de credibilidad del IRA provisional. La actual huelga de hambre no ha conseguido hasta ahora las masivas manifestaciones callejeras que esperaban sus organizadores, aunque con los tradicionales disturbios de Pascua y el creciente deterioro de la salud de Sands, las cosas podrían cambiar.La victoria del otro candidato reforzaría la posición del Gobierno británico y constituiría una derrota moral para los republicanos, que podría llevar a toda una nueva serie de atentados por parte de los provos, tanto aquí como en el Reino Unido.

El domingo, en manifestaciones republicanas en Belfast y en Londonderry, se quemaron formularios del censo nacional. El martes, horas después de un atentado de los provisionales del IRA contra un soldado británico, una joven recolectora de los formularios fue asesinada en las calles de Belfast, aunque el IRA rechazó la responsabilidad de este crimen.