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Rechazado el aplazamiento de la regulación de los estados de alarma, excepción y sitio

El Pleno del Congreso de los Diputados no pudo discutir ayer el proyecto de ley que regula los estados de alarma, excepción y sitio, porque la Comisión Constitucional no terminó previamente el dictamen correspondiente. La Junta de Portavoces de la Cámara decidió (con los votos centristas y de Coalición Democrática, el voto en contra comunista y la abstención de los demás grupos) que el Pleno se ocupe hoy de este proyecto de ley en caso de que la citada comisión concluya su dictamen, y rechazó la propuesta comunista de posponerlo hasta después de Semana Santa.

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Rosón preferiría que la ley no tuviera que aplicarse

Jordi Solé Tura explicó que el Grupo Comunista pretendía con esta propuesta un estudio más sosegado del importante proyecto legislativo, así como evitar que se traslade a la opinión pública la impresión de que se desea aprobarlo apresuradamente, porque existe el propósito de declarar alguno, de los estados que regulan. Solé Tura calificó de chapuza técnica el proyecto de ley y criticó el atropello con que se está elaborando, «después de más de un año de dormir en la Cámara».En la Junta de Portavoces, el representante gubernamental, Gabriel Cisneros, manifestó la necesidad de aplicar la máxima urgencia al proyecto de ley citado. El acuerdo adoptado fue el de que se discuta hoy en el Pleno si previamente la comisión culmina su dictamen. Cisneros manifestó en los pasillos del Congreso que probablemente no habrá dictamen, debido al «filibusterismo de la izquierda». Solamente CD apoyó al partido gubernamental, mientras los restantes grupos, algunos de los cuales, como socialistas y PNV, habían manifestado en la comisión su acuerdo con el aplazamiento se abstuvieron.

Peligro para el Parlamento

Los comunistas explicaron en una conferencia de Prensa las razones de su propuesta, ya que no querían dar pie a equívocos sobre su propósito de que sean regulados los estados de alarma, excepción y sitio, tal y como exige la Constitución. Jordi Solé Tura expuso la importancia de la materia, ya que, según dijo, «de cómo se regule el estado de sitio puede depender que la Constitución, en la práctica, se esfume». Manifestó que es preciso, por ejemplo, clarificar qué se entiende por autoridad gubernativa en el actual momento de desarrollo autonómico.

Solé Tura rechazó la interpretación de que la posición comunista estuviera relacionada con la falta de protagonismo de su partido en relación con la concertación de las autonomías. «No se me había ocurrido esta interpretación, pero además se trata de un problema distinto».

Dificultades para el voto de la izquierda

El comunista Fernando Pérez Royo, ponente de su grupo en el proyecto de ley citado, se refirió, por su parte, a las considerables reservas de fondo sobre el contenido del proyecto de ley, que exigían un debate más intenso para que los comunistas puedan votar en su conjunto la ley. «Es difícil para un grupo de izquierdas aceptar que se pueda declarar el estado de alarma por la huelga producida en servicios públicos esenciales, como pueden ser Iberia o Renfe». Como dato sobre el apresuramiento con que trabajó la ponencia, dijo que la entrega del poder a los militares prevista en el estado de sitio sólo fue objeto de unos minutos de estudio al filo de las diez de la noche del pasado lunes. Declaró la necesidad de especificar claramente los casos en que puede declararse el estado de sitio, «porque de lo contrario», dijo, «podemos cargarnos la, democracia».

Mejoras insuficientes

El socialista Gregorio Peces-Barba destacó a EL PAIS las mejoras introducidas por la ponencia en el proyecto de ley, aunque se mostró partidario de un estudio reposado en comisión y en Pleno. Entre las mejoras introducidas en la ponencia, resaltó que ha sido excluida la alteración del orden o de la seguridad ciudadana como causa para la declaración del estado de alarma.

La Comisión Constitucional aprobó ayer los seis primeros artículos del proyecto de ley, que consta de 36. No fueron admitidas enmiendas sustanciales de la izquierda. Los comunistas propusieron que no bastara como causa para la declaración del estado de alarma la paralización de servicios públicos. Pidieron que se dijera paralización ilegal. La propuesta obtuvo un empate a dieciocho votos, pero fue finalmente desestimada en aplicación del reglamento para estos casos.

El PNV propuso que sólo pueda declararse el estado de alarma cuando se produzcan las alteraciones anumeradas en el proyecto de ley, para evitar discrecionalidades. Fue rechazada y se aprobó que la declaración del estado de alarma se podrá declarar «cuando se produzcan alteraciones graves de la normalidad como...», y a continuación se enumeran los casos concretos. Tampoco prosperó otra enmienda del mismo grupo, que pretendía que el presidente de la comunidad autónoma sea oído previamente a la declaración del estado de alarma en el ámbito territorial de su comunidad.

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