Críticas del Partido Comunista de Euskadi al Gobierno de UCD

En opinión de Roberto Lertxundi, secretario general del PC de Euskadi, la situación actual en el País Vasco viene caracterizada, junto a la ofensiva terrorista de ETA, por la del Gobierno de UCD, tendente a limitar y disminuir, mediante la creación de un ambiente de gran presión, las capacidades políticas de la autonomía vasca. En este contexto, «la participación del Ejército en tareas de orden público es muy peligrosa, tanto por el hecho de que no va a resolver nada, como porque significa el inicio de la intervención militar en los asuntos políticos y porque el enfrentamiento ETA-Ejercito que va a darse, de hecho, es un triunfo de la organización terrorista». Ambos juicios se contienen en unas declaraciones realizadas ayer por Lertxundi tras la reunión del comité ejecutivo de su partido, en la que se analizaron los contactos políticos con otras fuerzas vascas y con el lendakari Garaikoetxea mantenidos por el PC en los últimos días.La entrevista con Garaikoetxea ha dejado en los comunistas vascos -según el editorial del último número de su órgano de Prensa, aparecido ayer- la impresión de que el Gobierno vasco «no ha tomado ni va a tomar ningún tipo de iniciativa». Esta «posición inhibitoria» no es para el PC «admisible de manera alguna». En opinión de Lertxundi, «el Gobierno vasco debe reclamar las competencias de orden público y exigir que la Junta de Seguridad sea el órgano corresponsable del orden público» y a que, en caso contrario, «van a aurnentar las presiones de, los poderes extrademocráticos». Esa corresponsabilización sería, para Lertxundi el camino para que se produzca una colaboración ciudadana más intensa con las FOP en la confrontación radical frente al terrorismo, siempre desde instrumentos y supuestos democráticos».

Por otra parte, el proyecto de ley de armonización de las autonomías es, «tal como está redactado, inadmisible, porque inadmisible es poner en cuestión el carácter nacional de Euskadi, y desde luego el PCE-EPK no va a renunciar a su definición como partido nacional y de clase». Inadmisible también és para Lertxundi «esa presión a que Herrí Batasuna abandone las instituciones para las quesus representantes han sido elegidos».