Un supuesto suicidio resultó ser un caso de homicidio
Un grupo de inspectores adscritos a la Comisaría de Vallecas ha resuelto, al menos parcialmente, lo que parecía un caso de suicidio y ha resultado ser un homicidio. El pasado día 23, al mediodía, un hombre joven fue encontrado muerto junto a un revólver en cuyo tambor había un solo casquillo de bala recién disparado, en un piso de la calle de Pedro Laborde, número 48, en Vallecas. Presentaba una herida mortal en la cabeza. Las sospechas de suicidio han sido descartadas con la detención de otro hombre que ha reconocido haber disparado accidentalmente contra la víctima.La víctima era Pascual Rubio, de veinte años, un delincuente común con antecedentes penales por tenencia de armas, robo y tráfico de drogas. Su cadáver fue encontrado poco después del mediodía del día 23. Tenía una herida de bala en la región maxilar. Junto al cuerpo, los policías descubrieron un revólver de la marca Astra, calibre 38 especial, con un solo cartucho, disparado, en el tambor. Todos los indicios hacían pensar en un caso claro de suicidio.
No obstante, poco después, los policías detuvieron a Juan Alfonso Torres, residente en la casa en que el revólver fue disparado.
En los interrogatorios practicados por la policía, Torres confesó que el día 23, su amigo había ido a visitarle; poco antes, ambos habían robado dos armas cortas de fuego, una pistola y un revólver, en el domicilio de una persona que disponía de licencia de armas, y Rubio se interesó por el revólver que tocaba a Torres en el reparto. Al manipularlo, se disparó el único cartucho que había en el tambor
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