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España se equivoca al culpar a Francia de boicotear su ingreso en Europa

El aspecto económico de la adhesión de España a la comunidad Económica Europea (CEE), «no es un tema de actualidad preocupante en el presente momento, y por ello no fue tratado en la reunión de Maastricht», declaró a EL PAIS el portavoz del Elíseo. Estos medios oficiales, como el conjunto de la Prensa francesa y de los partidos políticos, consideran que España se equivoca «de manera absurda», al culpar repetidamente a Francia de la lentitud del proceso de ingreso de España en la Comunidad.La fuente precitada afirmó: «Antes de iniciarse los debates en la reunión de Maastricht, la República Federal de Alemania no presentó ningún texto, como tendría que haberlo hecho, referente a la aceleración del ingreso de España en la CEE. y Giscard no ha dicho en ningún momento nada que se refiera a sus presuntos roces con Schmidt a propósito de esa misma cuestión».

La Prensa francesa de ayer, que informó ampliamente sobre la cumbre europea, no mencionó en ningún caso las negociaciones España-CEE, como tema de discusión en Maastricht. Algunos periódicos reprodujeron la declaración política que se felicitó de la salida del intento de golpe de Estado del pasado mes de febrero.

Lo que se resalta aquí es el profundo entendimiento franco-alemán, a pesar de que sus intereses comunitarios no son siempre concordantes, como ocurre en el caso de la agricultura. «Si entre Bonn y París existiese alguna divergencia importante, ni Giscard es capaz de imponerle nada a Schmidt, ni lo contrario. Lo que si es plausible, a veces, es que el uno ceda ante el otro ante temas que ambos consideran secundarios», coincidieron ayer, al ser consultados, varios comentaristas franceses.

Un dirigente socialista, interrogado sobre el mismo problema, nos comentó: «Salvo los comunistas, que conducen una política incomprensible, la posición de todos los franceses no varía gran cosa, por lo concerniente a la adhesión española. Giscard d'Estaing se equivocó en un primer tiempo y, después, dio marcha atrás. Se lamente o no, la CEE ha sido y es una comunidad de intereses, y si se desea entrar hay que abordarla en este sentido. Recurrir a la injuria y al insulto contra Francia, no conducirá nunca a nada positivo. Y, además, hasta resulta cómico, cuando al mismo tiempo se observa esa fascinación casi irracional que aún ejerce en España todo lo que procede de Francia. Por ejemplo, ninguna Prensa en el mundo está tan sometida a la propaganda francesa».

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