Primer encuentro oficial entre el Vaticano y la OLP
El cardenal Agostino Casaroli, secretario de Estado de la Santa Sede, recibió el miércoles en el Vaticano al responsable de Asuntos Exteriores de la OLP, Faruk Kaddumi, número dos de la organización palestina. El encuentro entre el cardenal Casaroli y Kaddumi es el primero de alto nivel que se ha producido en la Ciudad del Vaticano entre la Santa Sede y la OLP, menos de dos semanas después del fallido encuentro entre el papa Juan Pablo II y el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Itzak Shamir.
Según el portavoz de la Santa Sede, padre Romeo Panciroli, el cardenal Casaroli ha querido conocer directamente los puntos de vista de la Organización para la Liberación de Palestina sobre la situación en Oriente Próximo, la crisis árabe-israelí en sus diversos aspectos, como la Santa Sede lo ha hecho ya y sigue haciéndolo con todas las partes interesadas».Entre los principales temas tratados en la convesación, el portavoz vaticano se refirió al modo de «alcanzar una paz justa y estable en Oriente Próximo, el problema palestino, la cuestión de Jerusalén y, finalmente, la presencia de los palestinos en Líbano».
El 17 de septiembre de 1980, el Papa había conversado brevemente durante una audiencia general con un emisario oficioso de la OLP, Afif Safieh, quien al, día siguiente había tenido una larga conversación con monseñor Silvestrini, que le había expresado la condena de la Santa Sede por la declaración unilateral, decretada el 30 de julio último, de Jerusalén cómo «capital definitiva e indivisa» del Estado de Israel.
Desde el comienzo de su pontificado, Juan Pablo II tuvo varias entrevistas de alto nivel con estadistas árabes sobre el problema de Oriente Próximo y la cuestión de Jerusalén.
Por otra parte, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, dijo en una entrevista concedida al semanario israelí Tiempo que España «no va a reconocer Israel mientras no entre en vías de solución el problema palestino».
El ministro español agregó: «El reconocimiento del Estado de Israel, con su actual política expansionista de ocupación de territorios, sería un acto poco propicio para la paz».
