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La industria italiana pretende congelar los salarios durante los próximos años

Juan Arias

«Se ha acabado la fiesta. En los años próximos será imposible conceder aumento de sueldo a los obreros. Será ya un milagro si los trabajadores pueden mantener el actual nivel de vida sin volver hacia atrás», declaró ayer en una explosiva entrevista al diario Repubblica Vittorio Merloni, presidente de la industria privada Italiana.Mientras tanto, también la empresa automovilística Alfasud, siguiendo el ejemplo de la Nuova Innocenti, ha decidido recortar el sueldo a sus trabajadores. El presidente de Alfa, Ettore Massacesi, ha amenazado también con empezar a despedir si la fábrica no aumenta la producción.

Se trata de una ofensiva de los industriales privados y públicos contra el sindicato. «Estamos en plena lucha», han afirmado los grandes dirigentes de Confindustra. Y lo demuestra el hecho que al congreso convocado por los industriales de todo el país para estudiar el problema de los sueldos no han participado los sindicatos.

Es la primera vez que aparece tan clara la ruptura entre los industriales y la cumbre sindical.

Merloni afirma en su entrevista que no se trata de que los industriales hayan cambiado. Lo que ocurre, afirma, es que «ya no tenemos nada que dar a los sindicatos. Ha sonado la hora de los sacrificios. Los políticos no lo dicen porque buscan el consenso de la gente. Los sindicatos tampoco hablan porque temen a la base: irritada, pero la verdad es que después de cinco años de inflación al 20% ya no hay una sola lira para nadie».

El presidente de los industriales pide a los sindicatos, sin embargo, que luchen para que aumente la productividad, ya que es esta la «única posibilidad de poder aumentar los sueldos en el futuro». Ha añadido que está seguro de que mucha gente detesta hoy a los industriales, «hasta el punto que hemos pagado un sondeo para conocer por qué se nos ama. tan poco; pero estamos seguros», dice convencido, «de que dentro (le algunos años más de uno nos agradecerá nuestro realismo de hoy».

Merloni acaba amenazando a los sindicatos con el espantapájaros de la devaluación: «Y o lo dudo, pero en el caso imposible de que los sindicatos logren aumentar los sueldos actuales, entonces es seguro que el cambio de la lira no podrá mantenerse en pie. La devaluación será indispensable. No es posible que el precio del trabajo aumente en un año un 3 5 % y la inflación sólo el 15%. Si aceptamos las peticiones de los sindicatos el año próximo, la inflación superará el 20%. ¿Es esto lo que desean?».

Por lo que se refiere al rechazo del contrato en Alfasud, los tres grandes gremios sindicales, cuyos líderes fueron abucheados y apedreados, afirman que en realidad los extremistas eran una minoría. Lo que también ha sucedido aquí es que los sindicatos que ofrecían un aumento moderado para no irritar a los industriales se vieron contestados por una base que rechaza la lógica del sacrificio pro puesta por los industriales, y que abandona a los sindicatos cuando se trata de plantearles un futuro más austero.

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