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La Administración revisará su postura de cara a las negociaciones de reestructuración del sector portuario

La Administración, a la vista de los sucesos registrados el pasado lunes en el puerto de Barcelona, tendrá que replantearse su postura de cara a la negociación de reestructuración del sector portuario, manifestó ayer López Fando, director gerente de la Organización de Trabajos Portuarios (OTP), al comentar los incidentes registrados en el puerto de Barcelona y en el transcurso de los cuales fueron agredidas varias personas y se produjeron graves daños a maquinaria e instalaciones de la empresa Mapor, Sociedad Anónima.

Según han informado a EL PAIS fuentes empresariales, el pasado lunes unos seiscientos estibadores fijos del censo de la OTP se concentraron en el puerto de Poniente, donde se encuentra ubicada la empresa Mapor, SA. Una vez allí, irrumpieron violentamente en el recinto de la misma, y con barras metálicas y otros objetos contundentes procedieron a causar graves daños en los vehículos aparcados, las mercancías y maquinaria, arrojando al mar una máquina elevadora.Según estas fuentes, los obreros portuarios fueron dirigidos por Julián García, líder y coordinador general de la Coordinadora de Estibadores Portuarios. Los hechos se iniciaron, de acuerdo con estas fuentes, cuando un obrero contratado fuera del censo mantuvo un intercambio verbal con otros dos estibadores del censo que desembocó en agresión, a consecuencia de la cual hubo de ser hospitalizado.

En un principio corrió por el muelle la versión de que las lesiones las había sufrido un portuario censado a manos de obreros contratados por Mapor, SA. Inmediatamente fueron abandonadas las tareas de estiba y desestiba que se estaban realizando en algunos buques y, tras la concentración en el muelle de Poniente, invadieron las instalaciones de la empresa.

De acuerdo con estas informaciones, el personal de Mapor, SA, se encerró en las oficinas. En el transcurso de los incidentes fue agredido el director gerente de la empresa, Jacinto Negui, que ha quedado sometido a observación médica.

Según parece, durante los referidos sucesos se registraron disparos con armas de fuego, cuyo calibre no coincide con el utilizado por la Guardia Civil, que intervino para disolver a los portuarios.

Protesta empresarial

Ayer, la junta directiva de las empresas estibadoras de Barcelona hizo público un comunicado en el que, tras narrar los hechos, muestra «su.más enérgica protesta», señalando que podían haberse evitado «de haber atendido la dirección del puerto autónomo y los representantes de la fuerza pública nuestros continuos requerimientos de mantener una constante y eficaz vigilancia y el debido control en la zona portuaria».Fuentes empresariales comentaron a EL PAIS que en diversas ocasiones se había solicitado protección ante las continuas amenazas, sin que, hasta el momento, se tomaran las medidas oportunas. En un documento elaborado el pasado mes de febrero y remitido a las autoridades barcelonesas se daba cuenta de una larga lista de lesiones y amenazas registradas en el puerto de Barcelona. Lesiones que en demasiados casos hicierori necesaria la hospitalización (de los afectados.

Por otra parte, las empresas estibadoras de Barcelona señalaron ayer que, tras los incidentes del lunes, habían acordado «no sentarse a negociar, ni en el presente ni en el futuro,tema alguno de orden laboral o social con los actuales componentes de la Coordinadora de Estibadores. Lo sucedido», añadieron, «hace inoperante la voluntad demostrada por las empresas de querer hacer operativo el puerto de Barcelona a pesar de las cuantiosas perdidas que ellos representa, así como la manifiesta ineficacia de las medidas de seguridad adoptadas hasta el presente por la Administración».

En medios de la Administración comentaron ayer a, EL PAIS «la profunda preoctipiación que los su cesos de Barcelona habían provocado, en momentos en los que, aparentemente, se estaba avanzando hacia soluciones negociadas del conflicto». López Fando, director gerente de la OTP, indicó que la postura de la OTP es partir del decreto del pasado octubre sobre reforma de este organismo para abordar cualquier negociación. «Estamos», añadió, «abiertos al diálogo, pero no puede establecerse pacificación de los puertos».

«La OTP, como organismo del Ministerio de Trabajo», dijo, «está obligada por un decreto que tiene que cumplir por encima de todo».

Por otra parte, según han comentado en fuentes cercanas al Ministerio de Trabajo, se estaba ultimando una oferta de negociación que, tras los últimos acontecimientos, podría ser revisada en su totalidad. En el documento se especificaban los pasos a dar para la reforma portuaria, que, partiendo del citado decreto, pasaría por la. negociación de las partes (empresas, sindicatos y Administración).

La Administración pediría a los trabajadores una tregua en la conflictividad a cambio de que las empresas readmitieran a los despedidos en el puerto de Barcelona y redujeran al máximo sus exigencias de personal fijo, con el fin de que los estibadores perdieran el mínimo de turnos posibles.

La paz laboral pedida por la Administración no parece haberse cumplido, por lo que, de acuerdo con estas fuentes, es posible que la oferta de la Administración no llegue a concretarse más. En medios sindicales existía el temor de que se fuese a la reforma por,decreto. Posibilidad que no ha sido totalmente descartada por la Administración, que, en cualquíer caso, se encuentra facultada para desarrollar de inmediato el decreto de octubre.

El próximo viernes se reúne el consejo local, de la OTP del puerto de Barcelona, que estudiará las medidas a tomar por los sucesos del lunes.

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