Suecia proporcionó enseñanza militar especializada a cadetes libios

La evidencia de que Suecia ha venido suministrando enseñanza militar altamente especializada en materia de comunicaciones y electrónica a un centenar de cadetes libios ha desatado una tormenta política cuyo desenlace no es por ahora previsible. Todo comenzó en 1974, cuando la empresa estatal Telub Ab suscribió un convenio con el Gobierno de Libia para proveer material electrónico. El convenio incluyó, como es habitual en tales acuerdos con países del Tercer Mundo, el suministro de enseñanza al personal, presuntamente civil.En cumplimiento del convenio, unos cien jóvenes libios se trasladaron a Suecia y se instalaron en la ciudad de Vaxia, al sur del país, donde tiene asiento la empresa. Allí, Telub Ab construyó una escuela dotada de todo confort y adelantos técnicos, para alojar y enseñar a los libios.

Todos transcurrió sin novedades hasta que algunas publicaciones comenzaron a denunciar, tanto en Suecia como en el exterior, que aquí se estaba proporcionando asistencia. militar a un Gobierno que, según esos medios, «se caracteriza por su política exterior agresiva y de apoyo a regímenes totalitarios». Se insinuó inclusive la posibilidad de que entre los aprendices hubiera «terroristas», aludiendo concretamente a miembros dé la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Ahora se sabe que los alumnos son cadetes libios, que han recibido avanzados conocimientos electrónicos incluidos los de aeronáutica y cohetes.

El caso Telub, que ha sido aprovechado políticamente por el líder de la oposición socialdemócrata, Olof Palme, está lejos de ser archivado y su dilucidación plantea un problema espinoso, no solamente al actual Gobierno burgués, sino a Suecia en sus relaciones con Libia, en el supuesto de que las presiones llevaran a una interrupción de los términos del convenio.