Amadou Mahtar M'Bow: "La Unesco no pretende el control de los periodistas por los Gobiernos"

Amadou Mahtar M'Bow, director general de la Unesco, llegó el pasado viernes a Madrid en visita privada, acompañado de su esposa. A pesar del carácter estrictamente personal de este viaje, Mahtar M'Bow señaló en una entrevista concedida a EL PAÍS su intención de entrevistarse con algunas personalidades españolas.

Pregunta. En relación con la reunión celebrada hace un par de semanas en la sede de la Unesco en París con las organizaciones más importantes de periodistas, con vistas a tomar medidas especiales de protección para los mismos en situaciones de peligro, querría que me resumiera cuál es la posición de la organización que usted dirige y que da la impresión de no coincidir con otras agrupaciones de periodistas, como, por ejemplo, el Instituto Internacional de Prensa (IPI).Respuesta. Ante todo, quiero aclarar que es absolutamente falso todo cuanto el IPI ha contado sobre dicha reunión de la Unesco, y ello es debido a que dicha organización está siempre sistemáticamente en contra de la Unesco y nos atribuye puntos de vista. y actitudes que son falsos.

P. ¿Por qué cree usted que el Instituto Internacional de Prensa se dedica a falsear las noticias sobre este tema?

R. No lo sé exactamente. Pero tengo la sensación de que con esta campaña el IPI pretende ignorar la realidad del mundo, como si estuviéramos en un contexto político de hace cincuenta años, cuando un cierto pueblo pensaba tener el monopolio de la verdad creyendo que todo el mundo tenía que doblegarse a sus caprichos, opiniones e intereses. Hoy hay miles de millones de hombres y mujeres que están de pie y reclaman el respeto a su dignidad, y no creo que sean las campañas del IPI las que vayan a cambiar las cosas.

P. Me gustaría que fuese usted un poco más explícito al respecto. Quiero decir que resumiera un poco los temas tratados en dicha reunión y explicara los puntos de conflicto con organizaciones como el IPI.

R. Perdone, pero esto es falso, repito. Yo desafío al Instituto Internacional de Prensa a que aporte una sola prueba, un solo hecho, que demuestre que la Unesco ha aceptado tomar ninguna clase de medidas para limitar la libertad de los periodistas o colocarlos bajo el control de cualquier Gobierno.

P. Entonces, ¿cuáles son los acuerdos a los que se llegó en París?

R. Fueron la organizaciones de periodistas de todo el mundo quienes propusieron ser reunidas por la Unesco para discutir un problema que antes que nada les afecta a ellos, es decir, a su seguridad, especialmente en misiones peligrosas; también estaban presentes organizaciones como el IPI. En dicha reunión, los periodistas se pusieron de acuerdo sobre una serie de acuerdos o principios básicos que habrían de asegurar esa protección. Pero las organizaciones que dicen representar a los periodistas, pero que también agrupan a propietarios de diarios, han tenido un punto de vista diferente y cada grupo ha publicado un comunicado.

P. En relación con las dificultades y fuertes presiones a que está sometida la Prensa en los países del llamado Tercer Mundo, ¿cuál es el punto de vista de la Unesco?

R. Yo le respondería distinguiendo dos cosas: de un lado están los periodistas que en esos países realizan su trabajo en condiciones particularmente difíciles, porque carecen de los medios técnicos y las condiciones de sus compañeros de los países industrializados. La Unesco se esfuerza por ayudarles a mejorar estas condiciones de trabajo y a contribuir a que puedan mantener su libertad de información. De otro lado existe un problema relativo a la circulación de información entre estos países del Tercer Mundo y los países industrializados; en este sentido, esencialmente desde los países desarrollados hacia el mundo subdesarrollado.

Además, los pueblos del Tercer Mundo se quejan de que con demasiada frecuencia la información que sobre ellos se publica en el mundo desarrollado es parcial y se centra demasiado en los aspectos negativos de su realidad, sin preocuparse de resaltar los esfuerzos que se realizan para salir de una situación de la que ellos no son, desde luego, los únicos responsables.