Santiago Carrillo: "El miedo es el peor enemigo de la libertad"

Varios miles de personas -20.000, según los organizadores- se concentraron ayer en la plaza Mayor de Madrid para escuchar a los dirigentes comunistas Santiago Carrillo, Simón Sánchez Montero, el sindicalista Marcelino Camacho y el secretario de las Juventudes, José Palau, en un acto organizado por el PCE para explicar la posición del partido en los actuales momentos políticos. La frase de «el miedo es el peor enemigo de la democracia» fue la más repetida por Carrillo durante su intervención, quien afirmó que «hay que desechar la nefasta idea de que la libertad en España no tiene porvenir».

En este primer acto público del PCE, tras el intento de golpe de Estado del pasado día 23 de febrero, había dos grandes banderas en la tribuna de oradores: la del partido, a la izquierda, y la española, a la derecha. Asimismo, entre las muchas pancartas que portaban los asistentes al acto, se encontraba una gran bandera con los colores nacionales. Al final del mitin, Carrillo cerró su intervención con el grito de. «¡Viva España!», para iniciar inmediatamente después el canto, puño en alto, de La Internacional.

Sus palabras fueron muy críticas para UCD, «por no haber puesto al frente de la policía a profesionales que creyeran en la democracia», y por la negativa de Leopoldo Calvo Sotelo a formar un Gobierno de coalición, pero también fueron autocríticas con la actuación del PCE en el proceso de las autonomías. «Hemos cometido», dijo el secretario de los comunistas, «errores de nacionalismo de pequeños burgueses, porque en lugar de ir contra el centralismo, parecía que íbamos en contra de España, en contra de su unidad, con detalles como negarnos a poner junto con las banderas regionales la nacional, la de todos los españoles, y estos errores han sido muy bien aprovechados por algunos sectores para. atentar contra la democracia».

Las alusiones a la bandera fueron muy aplaudidas por los asistentes, así como la referencia de Simón Sánchez Montero a la valentía y dignidad que demostró el teniente general Gutiérrez Mellado en el asalto del Congreso de los Diputados. Con débiles muestras de apoyo, sin embargo, fueron acogidas las mismas alusiones de valentía hacia Adolfo Suárez.

Para Santiago Carrillo, lo más importante en estos momentos es «defender la democracia con todas nuestras fuerzas», y una prueba de la voluntad de los madrileños de defenderla ha sido, para Carrillo, la manifestación del viernes 27. «En aquella grandiosa muestra de la voluntad popular», dijo, «estábamos todos los políticos unidos, estábamos la izquierda y la derecha, los obreros de Vallecas y los burgueses de Madrid, todos contra los golpistas».

Carrillo pidió asimismo para los responsables del golpe, «sin espíritu de venganza», que caiga sobre ellos todo el peso de la ley, y añadió: «Frente a algunos que consideran héroes a los guardias civiles que, asaltaron el Congreso, nosotros tenemos que afirmar que no lo son, porque si éstos son héroes, también habría que considerar héroes a los terroristas que asesinan por la espalda a los militares y a los miembros de las fuerzas, de seguridad».

«Sí son héroes», prosiguió, «los que resistieron el asalto, los que no perdieron la serenidad y los militares que defendieron la Constitución».