Un Ejército de todos

( ... ) Hace unas semanas, a raíz de las declaraciones de algunos obispos sobre el tema del divorcio, advertíamos del peligro de un nuevo anticlericalismo, pecado infantil del progresismo decimonónico que creemos felizmente superado. Tras el intento de golpe de Estado protagonizado hace unos días por un grupo de jefes y oficiales, ahora nos sentimos en la obligación ineludible de advertir del peligro de los sentimientos antimilitares, infantiles y decimonónicos, igualmente, y que también creemos superados en la mayoría del pueblo español. Confundir a las instituciones con personas de indigno comportamiento sería incurrir en un grave error que, una vez más, volveríamos a pagar históricamente. Advertencia, pues, a quienes no tengan muy clara la identificación de objetivos de las Fuerzas Armadas con el conjunto de la sociedad, de la que, a la postre, forman parte: tratar de ahondar en diferencias que no existen, porque el mandatc, constitucional de las Fuerzas Armadas es muy claro, sólo puede: contribuir a fomentar un distanciamiento absurdo y sin ningúri. sentido en cualquier país occidental. ( ... )Se trata ahora de aislar a quienes demostraron ser indignos del uniforme que vestían y de la responsabilidad que les había estado con.. fiada, de acuerdo con las leyes vigentes, que ellos no acataron y que la mayoría de los componentes de las Fuerzas Armadas supieron servir con fidelidad.

28 de febrero.