China exige una mejor financiación en las compras de material industrial en Occidente

El Gobierno chino dio a entender ayer que puede renovar los proyectos de construcción de plantas siderúrgicas e industriales, que fueron cancelados unilateralmente días antes. Según funcionarios gubernamentales, China estaría dispuesta a emprender estos proyectos, en los que intervienen empresas alemanas y japonesas, si obtiene mejores términos de financiación por parte occidental.

El pasado miércoles, el Gobierno de la República Popular China comunicó oficialmente a un consorcio de empresas alemanas su decisión de denunciar unilateralmente una de las mayores operaciones a realizar en este país asiático por firmas occidentales. Se trata de la compra por Pekín de una planta de laminados en frío que habría de montarse en una nueva siderurgia, que se debería construir, cerca de Shanghai.Según el organismo oficial que ha notificado la renuncia al proyecto, la China National Tchnical Import Corporation, esta decisión corresponde a la «nueva orientación de la planificación económica china». Según las empresas participantes en el proyecto diecisiete en total - entre ellas AEG, Siemens, Man y Schloemann Siegmag-, el verdadero problema es la falta de dinero por parte del Gobierno chino.

Pekín debería contribuir al proyecto con trescientos millones de marcos, mientras toda la participación de la parte occidental superaba los mil millones. La factoría estaba pensada para una producción de 2,1 millones de toneladas de laminados por año.

Independientemente de que el fracaso de esta operación haya suscitado entre el empresariado alemán una cierta desconfianza el problema concreto de las firmas contratantes, en especial de Schloemann Siegmag, que corre con una cuarta parte de los costes del proyecto, se centra en dar ahora, salida a las piezas ya elaboradas.

Según un portavoz de la empresa, este tipo de piezas se producen «a la medida.» y no tienen fácil colocación fuera del proyecto para el que se destinan. El conjunto de los equipos debería, embarcarse a finales de este año, y en ellos se trabaja ya desde que se firmó el correspondiente acuerdo, en el verano pasado. Para la parte alemana, el fracaso de este negocio puede tener también incidencia sobre la situación de empleo de sus fábricas.