La anulación de las elecciones municipales de León en el Supremo

La Audiencia Territorial de Valladolid, que hace un mes anuló las últimas elecciones a la acaldía de León y ordenó la celebración de una nueva convocatoria, se ha negado a aceptar ahora una petición del PCE en la que se reclamaba el cumplimiento inmediato de la sentencia. Según informaron ayer fuentes de UCD, la Audiencia ha desestimado también dos recursos de alegación y súplica presentados semanas atrás por el partido del Gobierno, pero, en cambio, se ha comprometido a remitir toda la documentación sobre el caso al Tribunal Supremo, en espera de que el mismo partido presente un tercer recurso, esta vez de queja, cuya misión a trámite dejaría en suspenso temporalmente la celebración de nuevas elecciones.

La última decisión de la Audiencia de Valladolid ha sorprendido a los partidos políticos de izquierda, PSOE y PCE, que en octubre de 1979 perdieron la alcaldía de León por menos de cien votos de diferencia, precisamente en las mismas elecciones parciales que ahora han sido anuladas por el mismo tribunal.

La ley Electoral fija también un plazo de dos meses para que el Gobierno convoque las nuevas elecciones parciales, y otro de tres meses, para su celebración, pero, al considerarse que la sentencia de Valladolid no es todavía firme, y dada la lentitud de los trámites judiciales, estas elecciones podrían retrasarse de forma indefinida, incluso hasta hacerlas innecesarias, si coincidieran con las municipales de 1983.

Desde abril de 1979, en que la izquierda ganó las elecciones, la alcaldía de León ha sido puesta en juego en dos ocasiones. CD consiguió que la audiencia anulara los resultados de cuatro mesas clave sólo dos meses después de la primera convocatoria, en tanto que la segunda anulación, en los mismos distritos, tardó más de un año en ser fallada.