Cruzada antidroga de los comunistas franceses

El Partido Comunista francés (PCF), en vísperas de la campaña electoral por las elecciones presidenciales, que se celebrarán durante la primavera próxima, acentúa las prácticas de «racismo y de delación» que inquietan a la opinión del país. Una familia de inmigrantes marroquíes de ocho hijos fue denunciada sin pruebas por el PCF como causante del tráfico de drogas en Montigny-les-Cormeilles, barriada de 18.000 habitantes de la periferia parisiense.Para los medios informativos franceses escritos y audiovisuales, para los comentaristas, hombres políticos, organizaciones humanitarias o personalidades de ideología humanista, la actualidad de las últimas 48 horas se ha centrado en un hecho de sociedad: el alcalde comunista de Montigny, Robert Hué, convocó el domingo pasado una manifestación ante el domicilio de una familia de trabajadores inmigrantes marroquíes a la que acusa de dedicarse al tráfico de drogas. Un centenar escaso de manifestantes abochornó a los diez miembros de la familia. Según los propios responsables comunistas, ninguna prueba apoya su denuncia, basada únicamente en que un vecino le aseguró al alcalde que los marroquíes vendían estupefacientes.

La Liga de los Derechos del Hombre, concejales socialistas del mismo Ayuntamiento, líderes políticos y sindicalistas se han rebelado contra «las actuaciones inquietantes» del PCF. La policía del sector, por su parte, asegura que la denominada por los comunistas familia K «nunca ha sido objeto de denuncia alguna».

Esta cruzada antidroga de los comunistas franceses no es chocante en el plano doctrinal, puesto que la «vida sana», la familia, el trabajo, la denuncia de la homosexualidad figuran entre las principales consignas dadas públicamente por los dirigentes del PCF, sobre todo desde que en 1978 rompió su alianza con los socialistas. Pero en primer lugar, durante los últimos meses, el PCF ha ampliado su campo de batalla, acentuado su estrategia de «limpieza» de la sociedad gala.

Semanas atrás, su acción violenta contra el exceso de inmigrantes llegó a escandalizar, como ahora su campaña contra la droga.

Los inmigrantes, la droga y el «orden moral» son temas que, en vísperas electorales, pueden sensibilizar a la fracción más conservadora y apolítica de la sociedad gala. Así, piensan los observadores, el PCF intenta recuperar el terreno electoral perdido hasta ahora.

Violentos enfrentamientos se registraron en la noche del sábado al domingo en la ciudad bretona de Plogoff entre manifestantes antinucleares y militantes del PCF, informa Efe.

Un centenar de militantes del PCF había organizado un mitin para protestar contra la manifestación que los antinucleares habían realizado la víspera.

Los ecologistas, opuestos a que se instale una central atómica en la región, decidieron cortar el tráfico en la carretera para impedir el paso de los coches en los que se desplazaban los militantes. comunistas.

Los violentos enfrentamientos se produjeron cuando estos últimos intentaron forzar las barreras colocadas por los antinucleares. La policía no intervino.