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El ministro de Defensa tomara las tiendas del Gobierno en Polonia ante el deterioro de la situación política

El grave deterioro de la situación política y social de Polonia en las últimas semanas, que ha vuelto a hacer posible algún tipo de intervención soviética, provocó ayer la dimisión del primer ministro, Jozez Pinkowski, de 51 años, y su sustitución por el actual ministro de Defensa, el general Wojciech Jaruzelski, de 58 años.

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Pinkowski, incapaz de contener la oleada reivindicativa que amenaza la supremacía del partido comunista, presentó la dimisión de su cargo ante el octavo pleno del Comité Central del POUP, reunido ayer en Varsovia. El partido ha designado a Jaruzelski como su repuesto, en un intento de ofrecer una sensación de firmeza con un militar y apaciguar a la Unión Soviética, que teme que la situación se les vaya de las manos a las autoridades polacas.JaruzeIski, que no se sabe si acumulará a su cargo de jefe del Gobierno el puesto de titular de la Defensa, deberá ver aprobado su nombramiento por la Dieta (Parlamento). Esta ratificación, una vez designado primer ministro por el Comité Central, se considera como un mero trámite.

El partido comunista lanzó ayer, en su Comité Central, un violento ataque contra el sindicato independiente Solidaridad y contra el KOR (Comité de Autodefensa Social), principal grupo disidente polaco, a quien acusó de querer llevar al sindicato que dirige Walesa a una vía contrarrevolucionaria.

El miembro del Buró Político y secretario del Comité Central Tadeusz Grabski presentó un informe ante el pleno del Comité Central en el que acusaba a ciertas fuerzas extremistas en el seno de Solidaridad de «preparar las condiciones de una destrucción del poder socialista, de instaurar un doble poder y de abrir la vía al pluralismo político ».

Para preservar el carácter socialista de los sindicatos independientes, Grabski preconizó una verdadera limpieza en Solidaridad por los miembros del partido que también lo son del sindicato.

Por su parte, Kazimierz Barcikowski, también miembro del Buró Político, afirmó ante el octavo pleno que la situación existente en Polonia constituye «una amenaza para su existencia nacional». «La inquietud de nuestros amigos ante el debilitamiento de la estabilidad interior de: nuestro país, la intervención de: las fuerzas hostiles al socialismo y, las amenazas de anarquía es comprensible».

También fue solicitada ante el pleno del Comité Central del POUP la revisión de los acuerdos de Gdansk, concluidos el pasado verano entre los huelguistas del Báltico y el Gobierno, y que han hecho posible el nacimiento de los sindicatos independientes.

Las autoridades norteamericana están convencidas de que la invasión militar soviética de Polonia es cuestión de tiempo, aseguró ayer un comentarista de la cadena de televisión estadounidense NBC, citando fuentes occidentales en Moscú. Según la cadena de televisión, para los dirigentes norteamericanos, incluido el secretario de Estado, Alexander Haig, la cuestión no es saber si habrá o no intervención soviética, sino cuándo se producirá.

Asimismo, ayer el embajader soviético en Berlín Oriental, que ocupó el mismo puesto en Varscivia, Piotr Abrasimov, declaró que la URSS «no puede permanecer indiferente ante lo que está octirriendo en Polonia».

A este ambiente de tensión, similar al de la primera quincena del pasado mes de diciembre, cuando se rumoreó una invasión prevista para los días 7 u 8, según el ex consejero norteamericano Zbigniew Brzezinski, se complica por la propia situación interna en Polonia, donde los huelguistas mantienen su actitud en Jelenia Gora, hay amenazas en las cuencas mineras cercanas a Kattowice, los estudiantes ocupan las universidades de Lodz y Poznan.

Precisamente, las fuentes occidentales que se refirieron a la invasión agregaron que antes de esta opción el Kremlin optará por un recambio de los dirigentes.

La situación social es tensa en varias regiones del país por diferentes motivos: desde la reivindicación de sábados libres por los mineros de Kattowice, hasta la ocupación de universidades por cuestiones políticas, pasando por la presión de los agricultores para la legalización de su sindicato Solidaridad Rural, que agrupa a las organizaciones independientes, incluida Solidaridad Campesina.

En Jelenia Gora, donde se trasladó la presidencia colectiva de Solidaridad, abandonando su cuartel general de Gdansk, a primeras horas de la tarde de ayer se reemprendieron las negociaciones rotas el pasado domingo, en medio de una huelga generalizada en toda la voivodia (provincia), en apoyo de las revindicaciones sobre la dedicación de edificios sanitarios para fines públicos.

En Poznan miles de estudiantes ocuparon las facultades en apoyo de sus compañeros de Lodz, que solicitan cursos de lenguas extranjeras, peticiones sobre mejoras en el cumplimiento del servicio militar y mejores criterios sobre las asignaturas ideológicas.

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