Jornada nacional en Japón para reivindicar las islas ocupadas por la URSS

El Gobierno, todos los partidos políticos y la población de Japón conmemoraron ayer, por primera vez en su historia, «el día de los territorios del Norte», cuatro islas ocupadas por la Unión Soviética desde el final de la segunda guerra mundial -a pesar de las protestas de Moscú ante este movimiento reivindicativo japonés.

El primer ministro japonés, Zenko Suzuki, declaró, con motivo de esta jornada, que su Gobierno va a incrementar sus esfuerzos para buscar una solución al conflicto territorial de las islas Kuriles que opone Japón a la URSS desde 1945.Suzuki subrayó que en el tratado de comercio, navegación y delimiticación, firmado en Shimoda un 7 de febrero de hace 125 años, la Unión Soviética y Japón reconocieron que las islas de Etrofu, Kunashiri, Shikotan y Haboma, al este de Hokaido, eran territorio japonés.

La agencia soviética Tass condenó duramente el viernes la decisión del Gobierno japonés de celebrar «el día de los territorios del Norte» y rechazó categóricamente las reivindicaciones niponas sobre las islas citadas.

Durante el día de ayer tuvieron lugar en Japón ceremonias y manifestaciones públicas para recordar al país, a las autoridades soviéticas y a la opinión internacional que las cuatro islas fueron siempre japonesas y que Tokio no reconocerá jamás la anexión de las mismas por la Unión Soviética.

El problema de estas islas es siempre la piedra donde tropiezan todas las negociaciones mantenidas por los dos países para un tratado de paz. Desde hace varios años, Moscú mantiene que no pude haber negociación sobre estos territorios y considera que eI problema no existe, ya que eI caso está cerrado.

Las islas que reivindica Japón abarcan una superficie total de 4.996 kilómetros cuadrados. La más cercana de ellas está situada a tan sólo cuatro kilómetros de la isla japonesa de Hokaido. La región está considerada como una de las zonas pesqueras más ricas del mundo.

En Hokaido, donde se siente con mayor fuerza la proximidad del gigante soviético, una parte de la población se ha organizado para mantener buenas relaciones con sus vecinos.